31/1/08

VIRGO "LA VIRGEN" (Linda Goodman)



Del 24 de agosto al 23 de septiembre

-Si siete doncellas con siete estropajos
lo fregarán noche y día,
¿crees tú -preguntó la Morsa-,
que por fin se limpiaría?
-Lo dudo -dijo el Carpintero,
con una lágrima en la pupila.

Como reconocer a Virgo

-Solo que la mostaza no es un pájaro -señaló Alicia.
-Tienes razón, como siempre -declaró la duquesa-,
¡con qué claridad eres capaz de decir las cosas!

Virgo es el signo de la Virgen, pero es mejor no tomarse el simbolismo demasiado al pie de la letra. Puedo asegurar a mis lectores que haber nacido en septiembre no es garantía de virginidad. Aunque muchos Virgo de ambos sexos se aferren a su soltería, también hay muchos Virgo que terminan por avenirse a la bienaventuranza del connubio. Es posible que no lo hagan llevados por un súbito estallido de fuego y de pasión, porque el matrimonio no es el estado natural para los seres de Virgo, aunque es sorprendente cuantos de ellos llegan a dominar esta forma de trabajo en equipo, mostrándose casi siempre muy dedicados a su familia.

Casado o soltero, es bastante fácil detectar a Virgo en público. Por una parte, no estará haciendo mucho ruido; no es exactamente parlanchín, y se destacará por su condición de solitario. (¿Ves ese hombre callado y atractivo, allí en el rincón, con el diccionario bajo el brazo? ¿El que tiene un mecanismo mental de relojería que registra pulcramente las horas y metódicamente toma nota de los menores detalles? Si te fijas bien, casi podrás verlo medir cada minuto para darle todo su valor.

Es Virgo.

¿Ves esa muchacha retraída de hermosos ojos dulces, que espera el autobús? Fíjate en la pulcritud de sus guantes blancos, en su actitud tranquila. En la mano tiene las monedas exactas para el billete. Jamás se le ocurriría pedir que en el autobús le cambiaran un billete grande. Es Virgo.

Si andas en busca de estos perfeccionistas, las reuniones sociales no son el mejor coto de caza. Es más probable que los encuentres en la oficina, trabajando horas extras, que demostrando su carácter sociable en un coctel. Para Virgo no es fácil relajarse lo suficiente para disfrutar sin aprensión de los placeres sociales, porque básicamente se siente incómodo entre la multitud. A veces, por pura frustración, hace el intento de adaptarse a la rutina de alguna fiesta, pero la llamada del deber es demasiado insistente para permitirle mucha frivolidad. En ocasiones, Virgo puede conseguir que Capricornio parezca un tipo divertido, lo que ya es mucho decir. Será raro que veas a Virgo haciendo pompas de jabón o levantando castillos de arena. Está demasiado ocupado para sonar despierto, y por la noche, generalmente, llega demasiado cansado para pensar en hacer peticiones a las estrellas.

Lo primero que observarás en un nativo típico de Virgo es la decidida impresión que da de tener un grave problema y de estar luchando mentalmente por resolverlo... o por lo menos, la vaga sensación de estar secretamente preocupado por algo. Es probable que así sea. Para Virgo, estar preocupado es natural. Hasta se podría decir que tiene cierto afectuoso apego al hábito. Es algo intangible y elusivo, pero su encantadora sonrisa siempre parece estar escondiendo una gran inquietud.

Aunque el ascendente y otras posiciones natales puedan modificar la figura típicamente magra, generalmente puedes esperar una estructura como si fuera de alambre y unos ojos excepcionalmente bellos y tranquilos. Es frecuente que uno casi pueda verse reflejado en ellos; expresan la inteligencia y la claridad de pensamiento. En los rasgos de Virgo hay una pureza y una tranquilidad de expresión que parecen la negación de sus secretas preocupaciones. La mayoría de ellos son gente muy atractiva, de nariz, orejas y labios bien diseñados. No carecen ciertamente de gracia y encanto, y pueden mostrar cierta vanidad que irrumpe en raros momentos. Nunca les satisfacen las fotografías que les toman, y son sumamente remilgados con su aspecto, tanto si se trata de una película como en persona. Si eres observador, ya los encontrarás retocándose frente al espejo, cuando creen que nadie les mira. Siempre están bien vestidos, con un gusto generalmente meticuloso, aunque conservador. Maurice Chevalier, que era Virgo, prefería que lo tomaran por sorpresa sin una canción, pero no sin la flor en el ojal y el alfiler de corbata.

Las personas Virgo son normalmente menudas, nunca gigantescas, pero musculosas, y están dotadas de mucha mas fuerza de lo que da a entender su apariencia de fragilidad. Son capaces de aguantar un trabajo más intenso, y durante un tiempo más largo que gente regida por signos más fuertes y recios... siempre que durante esa actividad puedan evitar un colapso nervioso. Por más que exteriormente se muestren capaces y serenos, su angustia interior les carcome, alterándoles la digestión y el equilibrio emocional. Lo que se oculta tras los nervios destrozados de más de un Virgo es esa tendencia a aceptar mas trabajo del que pueden hacer sin riesgo, y después esforzarse hasta no poder mas para cumplir con los compromisos asumidos. Son gente nacida para ser tranquila y apacible, cuando sus complejos y delicados mecanismos funcionan sin problemas y sin que la fatiga cerebral trabe los engranajes.

Son incuestionablemente gente confiable y sincera, pero sin embargo, son capaces de fingir una enfermedad cuando no quieren hacer algo o ir a alguna parte. En esas ocasiones, pasa a primer plano su talento latente de actor. Ocasionalmente, consiguen auto convencerse de esas enfermedades imaginarias, pero el ojo frío y la cabeza despejada de la gente regida por Mercurio hacen que la mayor parte de tales autoengaños sean de vida breve. Son minuciosos y pulcros en su arreglo, sus comidas, su trabajo y sus romances. ¿Tu prolijo amigo Virgo da la impresión de que acabara de salir de la ducha? Pues probablemente es así. Se baña o se ducha con más frecuencia que tres o cuatro de tus amigos de otros signos, todos juntos. También tiene ideas muy precisas sobre la salud, poca paciencia con la haraganería, y se hace muy pocas ilusiones sobre la vida y la gente, aun cuando esté enamorado. Sea hombre o mujer, un romance jamás tiende ante los ojos de Virgo un velo tan espeso que le impida ver las maculas e inconvenientes de la relación o de su pareja. Para decirlo con una expresión popular, los de este signo saben bien donde pisan, aunque al Virgo amante de la corrección del idioma le disgusten estas frases.

Claro que no debes formarte la idea de que toda la gente que nació a fines de agosto o en septiembre es remilgada, quisquillosa y dogmática. Son muchos los Virgo que muestran un inteligente humor mercuriano -si atiendes a sus observaciones al margen- e irradian un especial encanto mercuriano muy difícil de resistir. Con decir que Sofía Loren es Virgo, creo que ese punto ya queda resuelto de una vez por todas. Tal vez te encuentres con algún Virgo que ande tan ocupado manteniendo limpios y en orden los rincones de su mente que se haya descuidado en cuanto a su vestimenta o a su ambiente, y eso puede despistarte en el primer momento. Pero espera, que tarde o temprano le verás recogiendo un alfiler de la alfombra, cepillándose el pelo o sacándose una hilacha del hombro.

Aunque suenen muy pocos sueños imposibles, es frecuente que Virgo presente un rasgo incongruente: parece un fascinante soñador, como Si estuviera envuelto en ese mismo arco iris en el cual su mentalidad lógica se niega a creer.

Cuando se sienten molestos por la vulgaridad, la estupidez o el descuido, los nativos de Virgo pueden ponerse súbitamente hoscos, irritables, gruñones y nerviosos, pero por lo general son gente muy dulce, muy grata de tener cerca, especialmente en un cuarto de enfermo. Algunas de las mejores enfermeras, llenas de eficiente compasión y modelos de pulcra capacidad, han nacido bajo este signo. Cuando te duela la cabeza, lo más probable es que sea tu amigo Virgo quien corra a la farmacia. Y si estás en casa de él, no necesitará ir muy lejos, porque probablemente allí mismo tendrá una farmacia en miniatura. En el cuarto de baño, el botiquín estará cargado de remedios para el dolor de estómago, el estreñimiento, las afecciones hepáticas o la acidez. Échale un vistazo alguna vez. Virgo jamás tomará una medicina a menos que conozca todos sus componentes y sepa como actúan, de modo que podrá decirte con total conocimiento de causa que será mejor para tu dolor de cabeza, según que sea lo que lo haya causado. Cuando viaja, es frecuente que lleve consigo la farmacia portátil; hasta puede llevar un maletín de mas, solamente para frascos y píldoras, y si está acostumbrado a determinada marca de jabón o de colonia, pues también irá al maletín. Sería un desastre para Virgo quedarse varado en una ciudad donde no vendieran lo que está acostumbrado a usar. Generalmente, compra los jabones y artículos de tocador por cajas, porque sale más barato -o en todo caso, por docena-, y esa es otra de las razones de que no le guste comprar cosas cuando viaja. Hay casos en que un nativo de Virgo llega a viajar con su propia provisión de agua. No te rías... ¿no sabes lo que puede pasarle al estómago de una persona cuando ciertos cuerpos extraños se introducen en el sistema digestivo, suspendidos o disueltos en un agua desconocida? Pues Virgo puede decírtelo. Son gente que cuando tiene hábitos, pues tiene hábitos, y salir de vacaciones o hacer un viaje de negocios no es excusa para romperlos. Si en casa Virgo está acostumbrado a guardar los calcetines en el cajón del medio de la cómoda, a la izquierda, allí irán los calcetines en la habitación del hotel. Y si es una de esas cómodas que no tienen más que tres cajones grandes y no puede optar por el de la derecha o el de la izquierda, pues ya tendrá para cavilar un rato. Es posible que termine por dejarlos en la maleta, pero no dormirá tranquilo. A la mañana siguiente, la camarera del comedor del hotel aprenderá inmediatamente que si Virgo dice que quiere los huevos pasados por agua tres minutos, no quiere decir que dos minutos cuarenta y cinco segundos. Y que pedir las tostadas bien hechas no significa quemadas. Además, la atención que presten a esos detalles influirá decididamente sobre las propinas.

Un nativo de Virgo puede criticar algo que tú digas con argumentos tan rebuscados que te vuelvan loco, pero si te ve en un aprieto, será él quien se apresure a volver a poner las cosas en orden, sin otro afán que el de ser útil. Si el trabajo en que estás metido te tiene tan sumergido en detalles enervantes que desesperas de poder terminarlo a tiempo, Virgo se arremangará de buena gana para ayudarte. No son motivos egoístas los que le llevan a hacerse cargo de las cosas cuando ve que algo está hecho un lío; es que su ordenada mentalidad mercuriana no puede soportar las demoras, los detalles descuidados ni la confusión de objetivos. Hasta es posible que se ponga a enderezar las cosas antes de que se lo pidan, sin intención de ser impertinente, porque para él es algo instintivo poner orden en el caos. De entre tus invitados, será el que alegremente te ayude a ordenar la casa después de la fiesta, pero será también el que advierta de inmediato que pusiste cuidadosamente una revista sobre la mesa del café para disimular una mancha, y que arreglaste los almohadones del sofá de modo que no se vieran las quemaduras de cigarrillos.

Como Libra, Virgo es rápido para negar sus hábitos y rasgos de carácter. Es aparentemente ciego para sus propios defectos, e incapaz de ver sus debilidades bajo la misma clara luz que le permite ver las de los demás. Pero la verdad es que Virgo las ve, y las ve con tal riqueza de detalles que no puede soportar que se hable de ellas en términos generales. Intenta decir a un Virgo típico que es criticón, caviloso, remilgado, prolijo hasta el exceso o que se preocupa en demasía por su dieta y su salud, y verás cómo lo niega de plano. ¿Quién, él? Él no es así, que tontería. Todavía guardo una carta de diez páginas que me envió una ama de casa Virgo, escrita con una letra pulcra y diminuta, donde me detalla cuidadosamente todas las razones por las cuales las descripciones de su signo solar no se ajustan a ella, sin darse cuenta ni por un momento de que la misma pulcritud y minuciosidad con que expresa sus quejas la traicionan.

Es que yo no soy prolija -escribe-. Mi casa es un desorden espantoso, Luego continúa: Después de todo, tengo dos niños muy pequeños que lo ensucian continuamente todo hasta volverme loca. Todo el día estoy recogiendo lo que ellos desordenan. (A renglón seguido enumera minuciosamente todas sus interminables obligaciones domésticas, una por una, con muchísimo cuidado.) Trato de conservar cada cosa en su lugar, y jamás pierdo el tiempo leyendo o viendo la televisión como mis vecinas, pero así y todo las cosas todavía no están en orden cuando llega mi marido a cenar. No creo que él tenga derecho a quejarse, porque yo sigo trabajando hasta después de medianoche, cuando él duerme, para tener la casa ordenada por la mañana. Jamás podría preparar el desayuno en una cocina sucia. En la suciedad proliferan los microbios, y la enfermedad se apodera pronto de una familia. Pero antes de que él se vaya al trabajo, todo es otra vez un desorden, así que eso de la pulcritud de Virgo me fastidia de verás. En realidad, yo no soy prolija, ni tampoco me preocupo en exceso ni soy hipocondríaca. Jamás critico a mi marido cuando se equivoca con el saldo del banco, no muchas veces, en todo caso, porque no es eso lo que le corresponde a una mujer... Me gustaría ser prolija, pero con los niños y todo lo demás, ¿qué puedo hacer? Realmente, si pudiera usted ver cómo... y sigue y sigue. (Naturalmente, tuvo buen cuidado de incluir un sobre con el sello, con su nombre y dirección, para la respuesta.) En la última línea de su carta insistía: ¿Puede usted decirme por que las descripciones de mi signo solar no se ajustan nada a mí?. Siempre pienso que algún día haré enmarcar esas páginas y las colgaré en la pared, bajo un símbolo de Virgo.

No es nada difícil distinguir al nativo de este signo en una habitación llena de gente: es incapaz de estarse mucho tiempo quieto. Después de un rato se le verá visiblemente inquieto y empezará a pasearse o a cambiar de lugar las sillas como un títere, transmitiendo una vaga sensación de urgencia, como si le esperaran en alguna otra parte y se hubiera retrasado. Al mismo tiempo, su rostro exhibirá una tranquilidad un poco como de máscara. Es raro que todo el daño que puede causar la intensidad nerviosa de Virgo se manifieste del todo exteriormente, pero sin duda por dentro es capaz de alterarle todo el sistema digestivo. Por eso es tan frecuente que lleven consigo un tubo de pastillas para el estómago.

Es importante que hablemos aquí del todavía invisible planeta Vulcano, el verdadero regente de Virgo, ya que se dice que su descubrimiento es inminente. El descubrimiento del verdadero regente de un signo cambia la característica de los nativos del mismo. Para dar un ejemplo, durante el período en que tanto Acuario como Capricornio estaban regidos por Saturno, las personas nacidas en febrero, como Abraham Lincoln, mostraban claramente los rasgos melancó1icos de ese planeta. Pero cuando -en su debido momento en el plan universal- fue descubierto Urano (el símbolo de la electrónica y del espacio, y el verdadero regente de Acuario), la gente de este signo empezó a reflejar las cualidades del inquieto descubrimiento y a mostrar una personalidad mas eléctrica, impredecible y progresista, como la del Acuario regido por Urano que fue Franklin D. Roosevelt. Muchos astrólogos creen que en pocos años más Vulcano, el planeta del trueno, se hará visible a través de los telescopios. Poco antes o poco después de que Vulcano se acerque a la Tierra lo suficiente para hacerse visible, los Virgo que ya viven, lo mismo que los que nazcan en el futuro, perderán buena parte de la presión de Mercurio que provoca actualmente su tensión nerviosa, ya que Mercurio es mas compatible con Géminis, signo de aire, que con Virgo que es signo de tierra. El tonante Vulcano conferirá también a Virgo su herencia astrológica de valor y confianza, liberándole de muchas de sus inhibiciones típicas. Después del descubrimiento de Vulcano, el único planeta que quedara por identificar, de acuerdo con antiguas predicciones será Apolo, el verdadero regente de Tauro. Entonces cada signo solar responderá a las vibraciones del regente que le es propio, y habrá doce signos y doce cuerpos celestes. Es interesante señalar que en la mitología griega, Vulcano es el dios cojo de mentalidad brillante. Son muchos los nativos de Virgo que cojean ligeramente o que tienen alguna característica peculiar o desusada en su porte o su manera de andar.

No son gentes que se muestren derrochadoras ni con sus afectos ni con el dinero. Normalmente prudentes en ambos aspectos, su amor se manifiesta de forma tranquila y constante, con poca ostentación, y manejan el dinero con la misma mesura conservadora. Un rasgo extraño es que, dispuestos como están a ofrecer sus diligentes servicios a los demás, los nativos de Virgo sienten un intenso disgusto, casi neurótico, cuando tienen que aceptar favores. No quieren tener obligaciones con nadie, por ninguna razón, ni quieren depender para nada de nadie más que de ellos mismos. Un miedo profundamente arraigado a tener que pedir ayuda en la vejez es lo que hace que muchos de este signo vivan con tal economía que pueden llegar a parecer tacaños. En realidad, la palabra es demasiado dura. Cuando se siente bien seguro y no necesita preocuparse por el futuro, Virgo gasta con mas liberalidad el dinero, por mas que incluso entonces si no siente que ha recibido el valor total de lo gastado, volverá a la tienda a que le reembolsen su dinero.

Aunque no siente absolutamente ninguna simpatía por los mendigos ni por la gente ociosa y manirrota, Virgo es infaliblemente generoso con los amigos en dificultades. Puede ser casi avaro en lo que se refiere a sus necesidades personales, pero tendrá gestos increíbles de apoyo financiero con quienes realmente lo merecen o con la gente que de veras le gusta o a quien ama. Sin embargo, jamás le encontrarás derrochando descuidadamente el dinero, ya que el despilfarro es una de las cosas que más inquina le despiertan. La gente de Virgo trabaja con tesón para tener lo que tiene, y el lujo desmedido nunca deja de escandalizarlos. Generalmente, tienen opiniones muy claras, y no se dedican a ocultarlas, sobre los despilfarradores y los haraganes que no quieren trabajar.

Hay una cosa, sin embargo, que hará que te resulten un poco menos punzantes las criticas de Virgo, y es saber que, secretamente, el ojo crítico con que te mira es el mismo que utiliza para mirarse a si mismo. Simplemente, no puede dejar de ver los fallos; nació para detectar la más diminuta de las rajas en la porcelana. No será con los impuntuales más piadoso de lo que es con los derrochadores. En realidad, llegar tarde es de alguna manera un desperdicio; es una pérdida de tiempo, y para Virgo el tiempo es la tela con que está hecha la vida. Así que, si quieres evitar su tajante desaprobación, se puntual. Los amigos de Frank Sinatra ya saben que cuando el cantante dice: Cenamos a las ocho, quiere decir a las ocho, no a las ocho y cuarto o a las ocho y media. Aunque por su signo solar Sinatra es un orgulloso Sagitario, tiene un ascendente Virgo que explica por que es tan exigente con los ensayos, y tan exasperante con los detalles en los arreglos musicales. Cuando graba, cada nota y cada tono deben ser absolutamente impecables; si no, la sesión se repetirá hasta que él quede satisfecho. Si sumas ese gusto exigente y meticuloso al fuego y entusiasmo de Sagitario, ya puedes ver a que se debe el éxito de sus canciones.

Es difícil entender por que a veces se considera egoísta a la gente Virgo, ya que por lo común encuentran mas satisfacción en servir a otros que en satisfacer sus propias ambiciones personales. La etiqueta de egoísta no se debe probablemente a la capacidad de Virgo para decir no y decirlo en serio. Es generoso con su tiempo y su energía, pero sin ir más allá de lo razonable. Cuando las demandas se hacen excesivas, Virgo se planta y expresa sus objeciones con toda claridad, y hasta con demasiada claridad. Tanto como le gusta señalar los fallos de otros, se resiente orgullosamente ante la crítica abierta de sus propios errores. Cuando algún Virgo cometa un error, lo que no es muy frecuente, señálaselo con tacto si quieres conservar su amistad.

Son personas sorprendentemente sanas, pese a sus farmacias ambulantes (salvo que caigan enfermos por efecto de las preocupaciones, exceso de trabajo, tensión mental y pesimismo). Se ocupan mucho de su cuerpo y son escrupulosos con su dieta. Es posible que así y todo se quejen de algunas dolencias menores: malestar de estómago, indigestión, dolores crónicos en la zona intestinal, dolores de cabeza y problemas en los pies (¿te acuerdas de Vulcano, el dios cojo?). Deben cuidarse cuando atrapan un resfriado de pecho, porque son susceptibles a las afecciones pulmonares, según las influencias planetarias de su carta natal. Es fácil que sufran dolores en las caderas, brazos y hombros, que tengan problemas de gota, reumáticos y artríticos y a veces insuficiencia hepática y dolores de espalda. Pero la preocupación por su salud hará que Virgo evite la mayoría de las enfermedades graves. Muchos de ellos son vegetarianos y, si no lo son, ya puedes apostar a que saben exactamente que es lo que tienen que comer y cómo hay que cocinarlo. De vez en cuando tropezarás con un Virgo preocupado por los microbios, que se pone guantes de goma para preparar un budín o hierve todas las noches el cepillo de dientes, pero son casos extremos. Sin embargo, incluso el Virgo medio se lavará enérgicamente las manos antes de cada comida.

Les gustan los gatos, los pájaros y los seres pequeños e indefensos. También aman la verdad, la puntualidad, la economía, la prudencia y una discreta selectividad. Aborrecen los torrentes de sentimentalismo, la suciedad, lo vulgar, el abandono y la ociosidad. Son de naturaleza práctica, con excesiva tendencia a la discriminación: los verdaderos individualistas, que con la nitidez de su percepción consiguen que lo que desean no se vea embarrado y contaminado por sus apetencias. Una fresca brisa purifica los sueños de Virgo limpiándolos de todo rastro de locas y desatadas fantasías. Una vez que ha aprendido a dominar los complicados detalles de la vida, en vez de dejarse dominar por ellos, Virgo es más capaz de dar forma a su propio destino que cualquier otro signo solar.

El fresco y verde jade y la pureza del platino son su complemento y lo que le trae suerte. Pero la buena suerte de Virgo va siempre seguida por cinco clases de soledad, y la llamada del deber jamás se acalla del todo en su corazón. No olvides que la tímida sonrisa pensativa de Virgo oculta algunos secretos, por su sangre tranquila circulan la líquida plata de Mercurio y el trueno distante de Vulcano, mientras él se viste con sus colores favoritos: gris, beige, azul marino, todos los matices del verde y el blanco inmaculado. Subyacente a la gravedad de su porte esta el aura fascinante de la Virgen: la pureza de intención y de pensamiento, simbolizada por el jacinto de Virgo. Una vez que has conocido la fragancia de esta flor pascual, jamás te liberarás del todo de su hechizo: volverá cada primavera a rondar tu memoria. Virgo tiene su propia y secreta manera de hacer que el corazón recuerde.

Personalidades Virgo famosas

Príncipe Alberto
Laureen Bacall
Robert Benchley
Ingrid Bergman
Leonard Bernstein
Sid Caesar
Maurice Chevalier
Theodore Dreiser
Reina Isabel I
Peter Falk
Henry Ford II
Greta Garbo
Arthur Godfrey
J. W. Goethe
John Gunther
Lyndon Johnson
Elia Kazan
Joseph Kennedy
Lafayette
D. H. Lawrence
Sofia Loren
H. L. Mencken
Walter Reuther
Cardenal Richelieu
Peter Sellers
Robert Taft
William Howard Taft
H. G. Wells


El hombre Virgo

-Pues si a mí se me acercara un pez
a decirme que se iba de viaje,
yo le preguntaría con que delfín.
-¿No querrás decir con que fin? -preguntó Alicia.
-Quiero decir lo que digo –replicó la Falsa Tortuga
con tono ofendido.

Lo mejor será que dejemos esto en claro desde el principio. No pongas tus esperanzas en un hombre Virgo si tu corazón está ávido de sueños románticos y cuentos de hadas, porque entonces te morirás de hambre. Un episodio amoroso con un Virgo puede significar un violento golpe contra el suelo para un alma sentimental, y eso duele.

Es un hombre que vive casi completamente en un nivel material y práctico, y que no ve mucho sentido en las novelescas abstracciones de los libros. Claro que de todas maneras el problema puede ser puramente teórico, ya que -para empezar- tendrás que hacer un gran esfuerzo para llevarle hasta algún lugar que se aproxime al umbral de una relación hombre-mujer. No es de los que irán a cantar serenatas bajo tu ventana; tendrás una larga y solitaria espera en tu balcón iluminado por la luna hasta que él se decida a trepar por el rosal (o por la escalera de incendio, si vives en un apartamento sin ascensor).

En realidad, desde muy niños los hombres Virgo tienen profundas vinculaciones amorosas, pero no es un amor del estilo del de Romeo y Julieta. Para Virgo, la principal manera de dar expresión a esta palabra es una abnegada devoción a la familia, a los amigos y a los que son mas débiles o mas desorganizados que él. Nació con un instintivo amor por el trabajo, el deber y la disciplina, y se inclina naturalmente a ayudar a los desamparados. Hasta los representantes menos evolucionados del signo, los que no llegan a semejantes alturas, se sienten un poco culpables por no estar viviendo, de algún modo, en función de un ideal de abnegación.

La forma de amor que se traduce en emociones dramáticas, promesas sentimentales, llorosas declaraciones y afecto dulzón no solamente deja fríos a los hombres Virgo: puede asustarles hasta el punto de hacerles correr para alcanzar el primer tren o autobús que salga de la ciudad. (Para Virgo, a menos que esté realmente desesperado, los aviones son demasiado rápidos y demasiado caros.) Pero, aunque parezca estar hecho de una combinación de hielo y acero, es capaz de derretirse si la temperatura es exactamente la adecuada. Hay caminos muy precisos para llegar al corazón de Virgo. Caminos secretos, y la persecución agresiva no es uno de ellos. Tampoco la coquetería ni la sexualidad, como lo han comprobado con sorpresa y desilusión unas cuantas vampiresas y mas de una insinuante sirena.

A la hora del amor, Virgo busca calidad, no cantidad. Y como la calidad es un galardón muy alto en cualquier categoría, tienen muy pocos episodios amorosos auténticos, y los pocos que tienen están, con frecuencia, destinados a ser de alguna manera tristes o desdichados. La reacción de Virgo ante una decepción de este tipo es, normalmente, sumergirse en el trabajo mas difícil que encuentren, apartarse de la sociedad en general y, en la ocasión siguiente, tener aun mas cuidado. Ya ves que tendrás que valerte de una estrategia y una paciencia considerables. El instinto básico de Virgo es la castidad, y de el sólo se aparta por una buena causa o por una autentica mujer. Mucha gente de este signo -aunque no todos, desde luego-, pueden llevar una vida de célibes con mucha mayor facilidad que cualquier otro signo solar, de la misma manera que aceptan reglas disciplinarias que no entienden, porque para ellos lo natural es aceptar su destino sin rebelarse. Si el destino decreta vivir solo, Virgo está dispuesto a aceptarlo sin demasiadas nostalgias ni traumas emocionales, de modo que por el mundo hay muchísimos Virgo solteros, aunque a su manera sean capaces de tener muy poéticos, aunque frágiles, contactos amorosos.

Sin ponerse nunca en evidencia, Virgo puede ser un maestro en el arte de la seducción sutil. Bien pueden decírtelo un par de generaciones de mujeres que temblaban por dentro cuando cierto francés sonreía con su sonrisa tímida y cortes. Maurice Chevalier no se convirtió en leyenda porque tuviera la voz de Caruso, compréndelo. Y es verdad que no era de mi generación, pero yo también sentía mariposas en el corazón al verle o al escucharle. El hombre Virgo es una mezcla de nítido intelecto y solidez terrestre. Puede ser lo bastante distante y desapegado para destrozar corazones con su forma tranquila de flirtear, pero es raro que su tendencia critico-analítica y su escrupulosa discriminación les permita que sus paseos amorosos se salgan del campo platónico. Algo tiene que arder al rojo blanco para producir verdadera pasión en el corazón de Virgo. Modesto y selectivo, no caerá en una promiscuidad indeseable, y aunque pueda acceder a algún contacto terrenal y físico, tales indiscreciones son la excepción y no la regla. La regla es un interés distante. Conozco a un hombre Virgo que una vez aceptó un papel en una de esas películas realmente burdas, para adultos solamente, pero lo hizo estrictamente por el dinero, ya que en ese momento no tenía un centavo partido por la mitad... y todavía se ruboriza cuando alguien se lo menciona. Naturalmente, un hombre es un hombre, y no todos los Virgo se mantienen técnicamente vírgenes, pero tienen siempre cierta pureza de actitud. En el amor de Virgo hay invariablemente algo limpio y casto, que jamás llega a mancillarse, ni siquiera en medio de la pasión, por mas frívola que pueda parecer exteriormente por obra de las circunstancias.

Se tomará un tiempo precioso en la búsqueda del objeto de su amor, porque es tan critico y minucioso en la elección de mujer como lo es para comer o acicalarse, o en sus hábitos de salud y de trabajo. No trates de burlarte de él ni de mentirle, que tu enamorado Virgo no vive de ilusiones; lo que quiere es una relación decente, honrada y auténtica. Sabe muy bien que las probabilidades de encontrarla son pequeñas, pero no debes esperar que se conforme con menos. Si alguna vez las circunstancias le envuelven en un episodio sórdido, puedes estar segura de que no tardará en ponerle término.

Emocionalmente, es hombre difícil de conmover. Puede pasar largo tiempo sin sentir necesidad acuciante de tener una pareja permanente. Ya es para hacerte llorar, si es que has puesto tus ojos en él. Te preguntarás si está hecho de mármol, o si es que no tiene corazón. No, no esta hecho de mármol; si, tiene corazón. Ten paciencia. La que es capaz de esperar acaba alcanzando el éxito.

De vez en cuando algún Virgo, por curiosidad o frustración, intentará deliberadamente ajustarse a un comportamiento promiscuo, simplemente para comprobar que no le falta masculinidad. Claro que no le falta, y tan pronto como lo compruebe, Virgo dejará de buscar experiencias artificiales para ponerse a prueba. Por más tranquilo y sosegado que sea, Virgo no puede mantenerse por siempre inmune a la llamada de la humana naturaleza, pero cuando sucumbe se le hace difícil admitirlo. Cuando esté al borde de la sumisión, procurará disimular con elaborada displicencia sus verdaderos sentimientos. Es algo mas que un vestigio de talento de actor, latente pero sumamente refinado, lo que se oculta en Virgo. Fingirá que no está interesado con tanta habilidad como finge estar enfermo cuando no se encuentra a gusto en una fiesta. No esperes verle reaccionar con extáticas manifestaciones de entrega ni siquiera después del compromiso, de manera que mientras todavía esté por decidir si tú eres realmente la mujer por quien renegará de su soltería, puede mostrar actitudes muy, muy frías.

Sin embargo, una vez haya llegado a la conclusión de que la cosa va en serio, se te declarará con una simplicidad conmovedora. Su amor arderá con una llama constante, jamás fluctuante como el amor de otros signos solares, y te entibiará al correr de los años con una seguridad maravillosa. ¿Y acaso eso es malo? El único rasgo de cuento de hadas que hay en el romance de Virgo es que, si está auténticamente enamorado, esperara años hasta ganar su verdadera pareja, o trepara mil montanas para llevársela a su hogar. Es capaz de enormes sacrificios para lograr ese piececito, cuando ha descubierto que calzara en la zapatilla de cristal. Una vez que ha prendido, es innegable que la llama es fuerte; es casi imposible de extinguir. Serás eternamente adorada, como la propia Cenicienta. Supongo que la treta está en conseguir encenderla. Es raro el piececito que calce en la zapatilla de cristal; el hombre Virgo es muy exigente.

Cuando ya lo hayas atrapado, no será fácil que te dé motivo de celos, y no vacilará en superar todas las asperezas provocadas por problemas económicos, familiares o por interferencias de extraños. En las dificultades materiales y emocionales mostrará una fuerza increíble, siempre que tú te mantengas a su lado. No podrás pedir un compañero mas tierno y afectuoso cuando sientas el corazón herido por una palabra cruel, o cuando estés enferma. No te cubrirá de dinero, pero no te faltará nada de lo necesario, y en cambio te cubrirá de consideración.

Un hombre Virgo es invariablemente bondadoso y considerado con todas las pequeñas cosas que tanta importancia tienen para las mujeres. Tiene una memoria clara como un cristal y probablemente no se olvidará de vuestras fechas especiales, aunque tal vez no entienda del todo por que para ti son tan importantes. Sin ser celosos ni apasionados, los hombres Virgo son sumamente posesivos. Parece una diferencia demasiado sutil, pero es importante. Aunque no te haga escenas de celos por las atenciones que tengan contigo otros hombres, conociendo su profunda posesividad no debes olvidar que con un poco de libertad basta. La mujer casada con Virgo que se aleja demasiado del fuego del hogar, y con demasiada frecuencia, puede encontrarse al regresar con que ha desaparecido su marido. La lealtad de Virgo es total, y le disgusta profundamente destruir los lazos familiares, pero cuando su sentimiento de decencia está herido, no vacila en cortar limpiamente por lo sano, ante el tribunal de divorcios. Nada de complicados procesos de separación. Lo que se acabó, se acabó. Adiós y buena suerte. Ni siquiera la excepcional claridad de la memoria de Virgo le llevará a verter lágrimas sentimentales sobre el pasado, por la sencilla razón de que es capaz de disciplinar su memoria con la misma firmeza con que domina sus emociones. La autodisciplina es parte de su naturaleza. Un Virgo que ha tomado una decisión, se va, y una vez que se ha ido, no hay lágrimas ni disculpas que puedan hacerle cambiar de opinión. Jamás será victima de la ilusión de que encolando los pedazos rotos se restaurará la perfección de algo que ha sido gravemente dañado.

Si has puesto tu corazón en un hombre Virgo, será mejor que te esfuerces por mantener la cabeza libre de telarañas cuando estás con él. A Virgo le enferman la ignorancia, la estupidez y el pensamiento chapucero, casi tanto como la suciedad y lo vulgar, y es mucho decir. Mas vale que la chica que haya atrapado un corazón Virgo se vista con elegancia y tenga un cerebro bien perceptible bajo su pulcro peinado... y atención, que he dicho pulcro peinado. A Virgo le gustan las mujeres limpias de cuerpo y alma, y que se vistan bien, pero que no vivan pendientes de la moda.

No es necesario que seas una especialista en cocina, pero por favor, no tengas la ingenuidad de pensar que un marido Virgo permitirá que le alimentes con latas. Una buscadora de placeres, egoísta y sin imaginación, no llegará a ninguna parte con un hombre Virgo, aunque el sex appeal le salga hasta por las orejas. Es el último hombre del mundo a quien podrás encontrar fugándose con una corista sin sostén, aunque es posible que le preste el suéter si ella tiene frío. Y cuando se trata de definir bien las cosas, lo que Virgo busca es una esposa, no una amante en ningún sentido del término.

Por lo general, los hombres Virgo no tienen grandes anhelos de ser padres. Su personalidad no necesita, al parecer, de los hijos para realizarse emocionalmente, y son gente que tiende a tener familias reducidas. Sin embargo, cuando el hijo o los hijos han nacido, Virgo es un padre muy escrupuloso y que jamás se toma a la ligera sus responsabilidades. Se pasara horas enseñándoles cosas a los niños y transmitiéndoles sus propias normas de conducta. Estará bien dispuesto para ayudarles con los deberes y probablemente hará mil sacrificios por sus pasatiempos, lecciones de música, salidas de campamento y, especialmente, por sus estudios universitarios. Un padre Virgo dará muchísima importancia al intelecto y será rígido con sus hijos en cuestiones de ética, cortesía y buena crianza. Hasta los divorciados se preocuparán de que su progenie esté bien atendida, vivan donde vivan, y de que reciban la educación adecuada. Por lo general, los hijos de padres de este signo crecen sabiendo amar y respetar los libros y la cultura. Es raro que un padre Virgo malcríe a los niños, mas bien les impondrá siempre la necesaria disciplina. Todo esto está muy bien, pero puede ser necesario que haya más expresiones físicas de afecto entre el padre Virgo y sus hijos, ya que esta expresión no es algo que él logre con naturalidad. A menos que desde la primera infancia de sus hijos haga un esfuerzo en este sentido, es muy posible que un día Virgo descubra que se ha levantado una barrera infranqueable entre él y los hijos que tanto ama. También tiene tendencia a mostrarse demasiado crítico, a esperar demasiado y demasiado pronto y a ser excesivamente estricto.

Virgo esperará que te preocupes por su salud, pero también él te atenderá y te mimará cuando estés enferma. Es posible que de vez en cuando -y hasta frecuentemente- tenga sus ataques de chifladura y malhumor, pero una cosa es segura: si le dejas en paz, no se apartará de su camino para empezar a discutir contigo. Déjalo que se las arregle con su humor gruñón y te sorprenderás de la ternura con que te lo compensará. Déjalo que se preocupe, que le hace bien; para Virgo, es una especie de ejercicio mental. Pero si las preocupaciones están afectando a su estado físico, arráncale de ellas sugiriéndole algo interesante o diferente para hacer. No es difícil llamar la atención mental de Virgo, aunque si pueda serlo conservarla.

Ahora que ya sabes lo que te espera, si sigues todavía enamorada de ese señor Virgo, puedes esperar un futuro bastante satisfactorio. Tendrás un marido alerta y bien informado, que no esperará que tú atiendas todos sus caprichos ni que te muestres todo el tiempo atractiva y fascinante, con un toque de extracto detrás de las orejas y una rosa entre los dientes. (Aunque tal vez espere que tengas una pastilla de jabón en cada mano.)

Será formal y agradable, si tú eres discreta con sus defectos. Y después de todo, no tendrá tantos, salvo que tú creas que su manera de pasar el dedo por los muebles, todas las noches, para ver si hay polvo, es un defecto. Son pequeños hábitos, sabes. No importa lo que haga, procura no protestar. Recuerda que él no está hecho para soportar el mismo tipo de análisis crítico que él aplica a los demás. Hazte a la idea de que él te criticará, y no le des importancia: Virgo no puede dejar de buscarle cinco pies al gato. Una vez que hayas dejado de resentirte por eso, podrás relajarte y disfrutar realmente de tu leal e inteligente compañero. No es un ángel, no verás que le broten alas en los hombros. Pero muchas esposas se sentirán envidiosas de ti.

Después de todo, ¿cuantas mujeres están casadas con un hombre trabajador y apuesto, que mantiene la casa limpia y ordenada, se acuerda de los aniversarios y hace milagros con el talonario de cheques? ¿Cuantas mujeres tienen un marido inteligente, que se viste bien, rara vez sale con sus amigos o se le van los ojos tras otras mujeres y es generalmente atento y considerado? Vuelve a fijarte bien. Eso, ¿no es más que un reflejo de las luces de la calle alrededor de su cabeza, o podría ser...? No, cómo va a ser una aureola. Que tontería, después de la forma en que te rezongó la otra noche, en el teatro, cuando le desparramaste un puñado de cacahuetes salados en las rodillas. Claro que no. ¿Con ese carácter podrido? Y sin embargo, tiene una especie de aureola, y cuando sonríe, y tú te miras en la claridad de sus ojos... bueno, está bastante bien mientras no llegue alguien con alas de verdad.

La mujer Virgo

Jamás se habrá olvidado del todo que
si bebes mucho de una botella donde dice veneno,
casi seguramente te sentará mal,
tarde o temprano.

A veces ella misma se avergüenza tan severamente
que los ojos se le llenaban de lágrimas.

Si te imaginas a la mujer Virgo como una doncella dulce y virginal, pura como la nieve recién caída, ya verás como se hacen pedazos tus ilusiones. Virgo no es una ninfa arrodillada junto a un estanque, envuelta en una túnica de gasa. Lamento estropearte la imagen.

Una mujer Virgo es capaz de dejar a su marido por un hombre a quien conoció en algún océano remoto, de tener un hijo de su amante sin preocuparse del matrimonio y de enfrentar con la cabeza bien alta a un mundo hostil. Nada de eso es muy púdico ni virginal. Hay mucho que aprender sobre este tierno y frágil símbolo de la feminidad sin mancha, y en primer lugar, que su columna vertebral está hecha de acero inoxidable.

Es verdad que básicamente es tímida; eso no te lo discuto. Las chicas Virgo no se suben a un cajón para pronunciar fervorosos discursos, ni arrasan ellas solas con un bar, como las mujeres del Lejano Oeste. Tampoco verás que las arresten por conducir borrachas, y te daré cinco dó1ares por cada una que encuentres en el reparto de una revista picaresca. Pero una mujer Virgo es una mujer, con todas las armas y astucias necesarias, incluso una férrea determinación de perseguir la felicidad sin importarle a dónde la lleve el camino. Algunos punzantes espinos en la ruta no harán que se desmaye ni que gima débilmente pidiendo ayuda.

Cuando oigas hablar de una mujer Virgo que ha violado las reglas de la sociedad, asegúrate de leer bien entre líneas. Su mentalidad es intrínsecamente pura, eso es cierto. Pero también el amor es puro; el verdadero amor, y a Virgo no le interesa el de ninguna otra clase. Es capaz de escalar las montanas mas altas y atravesar el mar agitado en galochas y chaquetón de marinero, una vez que se ha movilizado en ella el espíritu de Mercurio, que puede oscurecer considerablemente esa imagen etérea y graciosa. Recuerda también que el verdadero regente de Virgo, el distante Vulcano, es el dios del trueno. Una Virgo que considere imperfecto su matrimonio y encuentre un amor sin macula (o crea haberlo encontrado, lo mismo da), no vacilará en cortar los antiguos vínculos. Cuando usa el escalpelo, lo hará con la calma y precisión de un cirujano. Por más que deteste destruir el círculo de la familia, Virgo detesta más la hipocresía.

Una vez que haya aceptado un amor como ideal y verdadero, la pureza de la idea que ella tiene de la relación tiene primacía absoluta sobre todos los pedazos de papel legal del mundo. Es la única mujer del zodiaco que puede ser absolutamente práctica y divinamente romántica al mismo tiempo. Esa situación, la de aventura amorosa junto a un océano remoto, puede parecer superficialmente sin fundamento e inmoral. En realidad, es un predecible ejemplo de cómo Virgo puede mostrarse fiel a su genio cuando se ve ante una decisión difícil. En una situación así, se angustiará al extremo ante la reprobación social, pero la angustia no alterará su conducta, como no alterará tampoco la pureza de sus motivaciones. Es un ejemplo perfecto del firme sentido práctico que da a Virgo su elemento de tierra, unido a la cualidad mental, etérea y orientada hacia lo ideal de Mercurio. Una vez que el amor de Virgo se enciende, arde al rojo blanco, y con su intensidad y unicidad de propósito puede dar motivos de vergüenza a las pasiones de otros signos solares. Sin embargo, para encenderlo puede hacer falta cierto tiempo.

Admito que los aspectos físicos y ardientes del amor pueden estar un tanto suavizados en las mujeres típicas de Virgo, pero hay en ellas una misteriosa y serena cualidad de espera, una pasión del espíritu que, para los hombres que prefieren la delicadeza de los sobreentendidos en amor, es una cualidad sumamente satisfactoria.

Es una perfeccionista, pero eso no significa que sea perfecta. Tiene sus rasgos negativos, que pueden ser bien fastidiosos. Para empezar, las mujeres Virgo están tercamente convencidas de que nadie puede hacer las cosas con tanto orden y eficiencia como ellas, y lo que realmente le revienta a uno es que -por lo general- nadie puede. También son insoportables con la puntualidad. ¿Alguna vez has hecho esperar a una mujer Virgo a quien hubieras citado? Cuando se sienta molesta o irritable, no te hará una escena ni te tirará botellas a la cabeza, pero puede ponerse arisca y quisquillosa si la haces enojar. También puede ser que te riña, directamente. Alguna vez es posible que una mujer Virgo llegue a parecerse a una arpía, pero en general no llegan tan lejos. Llévale flores, admite que te comportaste mal y no discutas. No te servirá de nada, a Virgo no podrás vencerla. Su elemento es la tierra, de modo que valora las creaciones de la naturaleza, y un ramillete puede calmar su irritación. En cuanto a las disculpas, que sean breves y precisas. Nadie puede tomar por tonta a Virgo. Su claridad de visión detectará la más elaborada de las mentiras del más hábil enredador, y la más tenue mancha de lápiz de labios en el cuello de una camisa. Puede ser limpia en sus intenciones, pero desde luego no es ingenua.

No quiero decir que vaya a revisarte la ropa que envías al lavadero, por lo menos mientras no estéis casados. Después, como estará en su casa, no se sentirá tan culpable al hacerlo.

Son mujeres que padecen un bloqueo mental cuando se trata de admitir sus propios errores, como si tuvieran un bloque de madera ante el cerebro, de manera que será prudente que, simplemente, te ahorres el intento. Por frustrante que sea, la mayoría de las veces tendrá razón, de modo que ¿a que discutirle? Cuando hayas conseguido que vuelva a su estado de ánimo normal, es tan deliciosa que ya no te importará quien ganó o perdió. Si no resulta demasiado hiriente para tu orgullo masculino, te resultaría provechoso seguir sus consejos financieros, o dejar que sea ella quien organice el presupuesto. Es concisa y práctica, y capaz de detectar pequeños errores que hasta a un contable público se le escaparían. (Salvo que tenga influencias negativas en su carta natal, o que tenga un ascendente impulsivo.)

Si empiezas a salir con una mujer Virgo, pule tus modales y tu gramática. No verá con buenos ojos que uses lenguaje de cuartel o que bebas el agua del aguamanil. No te pongas a masticar apio muy cerca de sus oídos, y en cuanto a comer mazorca, será mejor que te olvides. Dile en todo caso al camarero que te lo desgrane y te lo sirva en el plato. Tampoco pasarás el examen si eres desaliñado en el vestir. Si te has enamorado de Virgo, es mejor que te resignes a afeitarte dos veces al día, y lo mismo te digo para las duchas. Báñate en loción para después de afeitarte, cepíllate bien el traje, ponte una camisa limpia, cuidado con los modales, y hazte limpiar los zapatos antes de empezar a cortejar a una chica de estas. Y una última advertencia, muy valiosa: la próxima vez que llegues tarde, finge que no te has dado cuenta de la hora que es. Entra en su casa con porte colérico y, cuando te pregunte que te pasa, dile que esa tonta y ridícula biblioteca del demonio (no se te ocurra usar palabras mas fuertes que esas) cierra siempre cinco minutos antes del horario estipulado. No importaría si fuera de vez en cuando, pero es que todas las noches te cierran las puertas cuando tú todavía tienes que guardar todas esas publicaciones científicas. Eso le hará olvidar tu retraso.

No la lleves al hipódromo ni la dejes ver cómo pierdes el salario de una semana con esa estupenda yegua en la quinta carrera, por media cabeza. Las historias de color subido, guárdalas para los almuerzos con los amigos, y repítele siempre cuanto te alegra que ella no sea una de esas mujeres tornadizas. ¿Acaso no es cierto? Y tampoco es una lapa. Las mujeres de Virgo no se van a los extremos. Ella puede cuidarse sola, gracias, pero para hacerlo no necesita portarse como un hombre.

No la abrumes con tus encantos físicos ni la abraces como un oso cuando vais en el metro; tampoco precipites el beso de despedida la primera vez que salgáis juntos, ni tal vez la décima... espera el momento justo. En general, procura evitar las escenas sobreactuadas. Muévete con lentitud, con gracia y con gusto, si no quieres terminar en la orquesta por tu torpeza. Y ya que hablamos de teatro, es probable que a ella le encante. Y los desfiles también. La pompa y el ornamento, la emoción dramática, sirven de escape para sus propias emociones, tensamente controladas. Además, como crítica es excelente. El desarrollo de su intelecto y su gusto artístico, combinados, explican la agudeza de su percepción. Si pudieras conseguir que lo entendieran los productores de Broadway, te verías inundado de entradas gratuitas para los estrenos de prueba en los teatros suburbanos. Casi siempre, una mujer Virgo se adelantará a los comentarios de los críticos. Para definirla, discriminación es una de las palabras claves. Le encantan las obras de teatro, los conciertos y los libros, pero critica severamente su contenido, de la misma manera que te criticará la corbata y la forma de peinarte, por no hablar de lo que dices y de lo que haces. Para ella, criticar es tan natural como respirar para ti. Virgo es la eterna perfeccionista, y sin ella andaríamos todos bastante sucios y desaliñados. Pero no se te ocurra criticarla a ella, que eso va contra las reglas. Aquí, la regla de oro decididamente no es válida. Lo que ella te hace, es mejor que tú no se lo hagas. La cristalina claridad de su pensamiento hace que, por dentro, tenga tanta conciencia de sus propias imperfecciones como de las tuyas, y como la evaluación que hace de sí misma es tan frecuente como severa, de ahí que tenga la sensación de que no necesita que tú la ayudes. De ella se puede decir con verdad que es el peor de sus críticos.

Lo bueno de enamorarte de una mujer como ella es que se hará cargo de todas tus preocupaciones, y es posible que incluso disfrute con ello. Evitará que caigas en el ridículo sin hacerte sentir disminuido en tu hombría, un arte que bien podrían imitar las mujeres nacidas bajo otros signos solares.

En cuanto a la fidelidad, alguna vez sabrás de una excepcional mujer de Virgo que, por sus razones propias e insondables, ha decidido mandar al diablo la virtud, pero por lo común en esos impulsos, que no suelen durar mucho, hay el deseo de demostrarse algo a si misma. Las mujeres Virgo que alguna vez dan unos pasos por la florida senda de la promiscuidad tienen la habilidad suficiente para ocultar el traspié, y de todas maneras ese comportamiento es excepcional. Lo habitual es que, si te ama de veras, puedas dejarla tranquilamente durante un mes en una isla desierta, con el hombre más atractivo que conozcas. ¿Dos meses? Bueno, la mujer Virgo es humana, en definitiva; no es una computadora que camina y habla. Tiene un corazón más cálido de lo que se imagina la gente, y sus emociones pueden volverse tormentosas, aunque no se tome el trabajo de anunciarlo en la cartelera. La naturaleza emocional de Virgo es contenida, pero no inexistente. Recuérdalo, que eso te levantará el ánimo.

Aunque sean fastidiosamente meticulosas con las pequeñeces, las jóvenes Virgo también pueden ser las criaturas mas generosas, afectuosas y buenas del mundo. Considera su perfeccionismo como una virtud y no como un vicio. Con toda la precipitación y la impulsividad que imperan en el mundo, ¿que haríamos sin la agudeza visual y mental de Virgo? Aun en los momentos en que te irrite con su actitud crítica, encontrarás en ella algo encantador que es totalmente irresistible. Claro que tú ya lo habías descubierto; si no, no estarías afeitándote dos veces por día ni yendo todas las noches a la biblioteca. La suavidad de sus modales y la dulce claridad de sus ojos han funcionado como debían. Es probable que hayas descubierto incluso lo divertida que es cuando no se la presiona, y lo despierto que es el ingenio que se oculta en su linda cabecita. Hay algo amable y extraño en la risa de la mujer Virgo, que cuando se suelta suena como un repique de campanillas.

Como no tiene ilusiones, no intentes venderle espejismos. Para ella, la verdad es belleza, y la belleza es verdad. Acostúmbrate a aceptar que limpie los ceniceros cada tres minutos, ten paciencia con los gatitos que recoja, y tendrás quien se ocupe con femenina gracia de la rutina de la pipa y las pantuflas. Solamente con alguien en quien confía se compartirá ella, cautelosamente, y para Virgo las cosas pequeñas significan mucho. Pese a su modestia y timidez naturales, tiene la fuerza y la reciedumbre suficiente para que otros puedan encontrar en ella consuelo ante la tormenta. El silencioso valor y el profundo sentido de la responsabilidad de la mujer Virgo actúan con frecuencia como un mágico cemento que mantiene unidas a las familias grandes. Es probable que sea buena cocinera, y jamás te envenenarás con la sopa que ella haga. Encontrarás tu casa limpia y acogedora, y sobre la mesita del café un gran tazón lleno de manzanas, no de bombones de chocolate (que son perjudiciales para los dientes y para la salud, en general).

Probablemente nunca verás a tus hijos corriendo por el barrio con las narices sucias, la cara pringada de mermelada o las zapatillas rotas. Tampoco te encontrarás deditos que te rompan los cigarrillos o que pinten a la acuarela tus papeles personales. Ella se ocupará de la disciplina. Es raro que la mujer Virgo tenga más de uno o dos hijos, parece que la maternidad no fuera necesaria para satisfacer su feminidad. Pero una vez que el bebé haya irrumpido en su vida, Virgo jamás olvidará sus necesidades físicas, morales o educacionales. Es posible que no le resulte tan fácil satisfacer a su hijo en sus necesidades emocionales, pero si se siente segura de tu amor y sabe que la valoras, se relajará y rodeará a vuestros vástagos de cálido afecto. Los pequeños suelen hallar deliciosamente gratas y dulces a las mamás Virgo. Dentro de su firmeza y de su empeño en inculcar buenos hábitos, tienen un toque de ternura que da al niño la seguridad de su amor.

¿Recuerdas un poema que dice que con tu última moneda no debes comprar pan, sino jacintos para el alma? A esa mujer dale ambas cosas. Frecuentemente, la encontrarás ocupada cosiendo o remendando y, si tu mujer es típica de su signo, es posible que tu casa esté llena de una mezcla celestial de perfumes: el de las flores frescas y el del pan casero que sube, crujiente, en el horno. Muy gratos al llegar a casa. Ella desempolvará todos tus viejos sueños hasta hacerlos brillar de nuevo, y tendrás una mujer que jamás te pedirá la afeitadora ni usará tu cepillo de dientes para pintarse las pestañas. Cuando estés enfermo, te cuidará como un ángel, y jamás te pondrá en una situación incómoda flirteando con tu mejor amigo. Será pulcra en el vestir, y con ella podrás hablar de algo mas que de pañales y de los comentarios del salón de belleza. Recibirás toda la lealtad y devoción que te mereces, y ella no te hará escenas de celos ni dilapidará a tontas y a locas el dinero. Guardará en su corazón tus secretos, te ayudará a organizar tu trabajo, y no es probable que su cutis se arrugue al alcanzar la madurez. Dime sinceramente si no vale la pena que cuides tus modales y no te olvides de limpiarte las uñas. Sus ojos son frescos lagos de puro amor y, cuando sonríe es capaz de iluminar toda la habitación. Mejor que la cuides, que tal vez nunca volverás a tener tanta suerte.


El niño Virgo

Pero cuatro ostras pequeñas se apresuraron,
ansiosas por el convite:
las chaquetas cepilladas,
lavadas las caritas y los zapatos limpios y lustrados...

En su intento de imitar los ruidos que oye en la guardería, el diminuto bebé Virgo muestra ya el germen del raras veces mencionado talento histriónico de su signo. La capacidad para la mímica se manifiesta casi desde el nacimiento. El bebé Virgo es vivaz y activo, y al mismo tiempo, más pacífico y tranquilo que otros infantes: una contradicción que presagia su personalidad futura, alternativamente sedante e irritante.

No trates de darle puré de manzanas a tu pequeño Virgo cuando él quiera melocotones, porque la batalla será larga. Terminarás limpiando el puré de manzanas de toda la sillita alta, sin que un gramo haya ido a parar al estómago del bebé, por encantadora que sea su sonrisa mientras firmemente aparta la cabeza. Es posible que te sorprenda ver que prefiere las espinacas a los helados, pero es que la meticulosa selectividad de Virgo con la comida se manifiesta desde muy pronto.

Aparte de ser quisquillosos con la comida, y tener de vez en cuando molestas indigestiones, los niños Virgo son un encanto para criarlos: pocos conflictos y raras pataletas. Ya desde que son muy pequeños muestran tendencia a la pulcritud y guardan de buena gana sus juguetes. Tu niño Virgo puede mostrarse tímido y callado cuando hay mucha gente, pero en familia y entre amigos comprobarás que seguramente el gato no le ha comido la lengua. Es probable que sea precoz para hablar y que lo haga con fluidez, salvo en presencia de extraños. Un niño
Virgo rara vez trae problemas, y para mamá es un compañero maravilloso mientras se ocupa de la casa. Estará encantado de imitar lo que ella haga y por lo general obedecerá la primera vez que le digas algo, sin que sea necesario reñirle.

En la escuela, es fácil que el pequeño Virgo sea el mimado de la maestra, simplemente porque, ya sean varones o niñas, son los que con mas facilidad aceptan la disciplina y los que con mas dedicación estudian sus lecciones. Es una delicia enseñar al niño típico de este signo, despierto y de modales dulces, pero hay que ser mesurado con las críticas. Insistir demasiado en los errores le llevará a preocuparse demasiado, a veces hasta el punto de enfermarse.

Un sermón delante de sus compañeros puede mortificarle dolorosamente y sofocar durante largo tiempo su deseo de aprender. Si cometen un error, los niños Virgo sólo necesitan una advertencia, hecha con calma, para preocuparse tanto como el maestro por corregirlo, y más tal vez.

Es frecuente que las obligaciones mundanas que disgustan al resto de la clase sean aceptadas por Virgo como importantes responsabilidades. Son personitas eficientes y dignas de confianza, de disposición grave, aunque amistosa y placentera, y lo bastante sensibles como para mostrarse irritables si sus compañeros mas extravertidos hacen burla de ellos. El niño Virgo es muy adaptable, y probablemente tan capaz de pintar un decorado para el teatro como de dirigir el periódico de la escuela. No es mala idea sugerir a los niños de este signo que ensayen una experiencia en las tablas. No buscaran los primeros papeles, pero si consiguen vencer el miedo a la escena pueden mostrar una sorprendente capacidad para interpretar sus personajes con convincente realismo.

La honradez de Virgo, unida a la cuidadosa atención que pone en los detalles, hacen que recurrir a estos niños sea la mejor elección para un maestro ocupado que necesita ayuda para corregir pruebas. Como monitor de la clase, será siempre justo y atento, pero habrá ocasiones en que el maestro se ruborice cuando, al oírle hacer una afirmación errónea (ya que los maestros son sólo seres humanos), la normalmente tímida y silenciosa personita Virgo levante la mano para señalar en términos inequívocos el error. Los alumnos Virgo quieren hechos, y quieren saber los porqués. Rara vez pondrán en cuestión la autoridad, pero si lo harán con el conocimiento libresco, a menos que sepan en que se basa. Es frecuente que la palabra impresa no baste a la mente inquisitiva y minuciosa de Virgo. Son niños que necesitan muchos juguetes educativos, y mientras son pequeños es menester leerles con toda la frecuencia posible. Si no se les proporciona una educación cabal, terminarán siendo desdichados e inadaptados de adultos. Saber menos que otros les convierte en irritables introvertidos, dolorosamente avergonzados de su insuficiencia.

Es mejor no hacer caso de los adolescentes Virgo cuando empiezan a prestar atención al sexo opuesto. Burlarse de una niña que experimenta su primer amor puede dejarle cicatrices emocionales permanentes, y entrometerse en los escarceos de un muchachito puede hacer que termine sus días soltero. Virgo no acepta con facilidad las relaciones que puedan conducirle al matrimonio, y hay que despejarle el camino tanto como sea posible.

Tendrás que ser tú quien abastezca con signos físicos de afecto las necesidades emocionales de tu retoño Virgo; son criaturas que jamás te dejarán ver cuán hondamente desean esa forma de amor, pero la carencia de ella afectará en enorme medida a sus relaciones futuras. Hasta las niñitas mas hermosas y mas despiertas -y no hablemos de los varones mas apuestos e inteligentes- necesitan que les digan reiteradamente que son interesantes, porque se les hace difícil creer que su modalidad modesta y retraída pueda ser tan atractiva como las personalidades mas agresivas de sus amigos. La personalidad de Virgo puede soportar cualquier cantidad de elogios sin creérselos, de modo que no seáis avaros con los abrazos, besos, halagos sinceros y palmadas en la espalda. Vuestro hijo Virgo necesita grandes dosis diarias de esas vitaminas emocionales, por lo menos tanto como el aceite de hígado de bacalao.

Será de hábitos muy precisos, y se quejará si tocan sus cosas o invaden su intimidad. Hace ciertas cosas en ciertos momentos y, si su horario personal se altera, Virgo se alterará también. Puede ser arriesgado pedirle una opinión franca, pero aparte de eso, su compañía es habitualmente muy grata. Es un niño que criticará hasta al último miembro de la familia, con imitaciones a veces divertidas, pero implacables, de sus respectivos defectos. Es probable que desde pequeño quiera tener un cuarto para el solo, y que sea quisquilloso con tus habilidades culinarias. Nada de grumos en el puré de patatas, por favor, ni tanto condimento en los rellenos. En cambio, demostrará un excelente sentido de la responsabilidad mucho antes de la edad en que otros niños aprenden el alfabeto. Será considerado con las jaquecas de mamá y con los problemas económicos de papá. Puedes esperar que se esfuerce sinceramente por obtener buenas notas en la escuela, que te ayude de buen grado en las tareas de la casa y que administre con cuidado su asignación semanal.

Aunque esté lejos de ser un modelo de perfección, y a veces te den ganas de darle un pescozón cuanto te haga sacar los mejillones de la paella, o no quiera ponerse la camisa que acabas de plancharle porque tiene dos arruguitas, durante la mayor parte del tiempo es un placer tener en casa un niño Virgo.

Será bueno que tenga un gatito o un pájaro, de modo que pueda aprender callada y discretamente las lecciones del amor. No le compres un San Bernardo ni un perro policía, que si es un niño típico de su signo, preferirá los animalitos más pequeños. Un hormiguero puede parecerle fascinante. Mirar de cerca cómo las laboriosas hormiguitas se ocupan de sus menesteres puede ser interesantísimo para su mente curiosa y práctica.

Escúchale cuando hable, que su sabiduría va más allá de sus años. Puedes permitirte el lujo de mantener en un mínimo las regañinas, porque si sabe exactamente que es lo que se espera de él, el pequeño Virgo se esforzará por complacerte. Recuerda que su imaginación necesita mucho estímulo y amplio espacio para crecer; si no, es muy fácil que se ahogue. No es necesario que te preocupes por no malcriarlo o crearle demasiadas ilusiones; los niños Virgo no corren ese peligro.

Dale todos los sueños más dulces que puedas para que los atesore en su corazón. Esos deliciosos momentos de fantasía serán la seguridad, cuando crezca, del necesario equilibrio emocional. Y asegúrate de que, en secreto, tenga su estrella para expresarle sus deseos. Los recuerdos de esas mágicas ensoñaciones serán su refugio contra la soledad en los años venideros, y Virgo tendrá muchas ocasiones de soledad. A diferencia de otros niños, es probable que no le gusten mucho los cuentos de hadas y las ficciones. Es un pequeño realista con todas las de la ley, y tal vez por eso mismo es quien mas los necesita.


El jefe Virgo

-Pues ya hablaremos -dijo La Tigridia-, cuando haya con quien valga la pena hacerlo.

Si tienes un jefe Virgo, se bueno con él, que probablemente tiene desdichas y preocupaciones secretas. La gente de Virgo no nació para ocupar cargos de ejecutivos que imponen su dirección a la gente, y no tardan en lamentar la decisión de haber querido abarcar más de lo que pueden apretar. Es claro que determinadas posiciones planetarias y aspectos de su carta natal pueden hacer que haya nativos de Virgo sumamente competentes en situaciones de poder, pero son los menos. Es posible que los que conozcas con tales cualidades puedas contarlos con los dedos de una mano.

Típicamente, Virgo se desempeña mejor como el poder oculto tras el trono, el que con eficacia lleva a la práctica las ideas de otros. Se siente más feliz y se maneja mejor en la restringida situación de presidente del Consejo de Administración que como ejecutivo de una gran sociedad anónima, encargado de hacer frente a los problemas de sus empleados y de dar una buena imagen de la empresa. Lo último que quieren la mayoría de estos nativos es verse glorificados teniendo que escuchar los problemas de todo el mundo. Bien sabe Dios que con los propios ya tienen bastante para preocuparse durante toda la vida, aunque muchos de ellos sean imaginarios.

Hacer frente a la tensión de ser el responsable de las acciones impulsivas de sus socios progresistas, dar órdenes a los subordinados y llevar adelante las relaciones publicas al tiempo que hacer malabarismos con las finanzas de esos grandes imperios exige una piel mas resistente y un ego mas inflado de lo que se encuentra en el Virgo típico. Una de las razones de su incapacidad para convertirse en ejecutivo es que tiende a ver con mucha claridad los árboles y a olvidarse completamente del bosque; el mismísimo rasgo que lo convierte en una joya inapreciable como hombre de confianza del presidente de una empresa. No será él quien vea los grandes rasgos del cuadro, pero puede precisar las imágenes que otros, mas agresivos, pintan de manera tan descuidada. Si alguien es capaz de manejar proyectos complicados y sacarlos adelante con un mínimo de errores desastrosos, ese es Virgo. Es capaz de tomar los proyectos mas disparatados, llenos de mil peligrosos cabos sueltos, y llevarlos a la realidad. Jamás se debe desperdiciar un talento como el suyo poniéndolo en primera línea, donde no tenga la calma y el aislamiento necesarios para que lleve a cabo sus minuciosos milagros.

En realidad, si se ve obligado a demostrar ante el público su magia organizativa, es posible que Virgo de la impresión de no ser sincero, cosa que de ningún modo es verdad, aunque sea precisamente la acusación que suele hacérseles a los nativos de este signo cuya vanidad oculta les lleva a ocupar cargos de esta índole.

Virgo no se andará con muchos miramientos cuando se le pide una opinión crítica, y admitamos que un ejecutivo muchas veces tiene que sonreír y decir si aunque piense que no, o fruncir el ceño y decir que no cuando piensa que si. Todo eso es parte del juego, pero Virgo llama al pan pan, y al vino vino, y no entiende nada cuando se le acusa por no haber hecho como si fuera pavo trufado.

Por ende, cuando Virgo ocupa un puesto de gran importancia suele recurrir al engaño como autodefensa, pero como decididamente engañar no es uno de sus talentos innatos, acaba siendo acusado de falso e hipócrita. Es una pena, con el odio que tiene a la hipocresía, pero es el precio que paga por ocupar un lugar para el cual no estaba hecho. Los interminables y gárrulos almuerzos con clientes a quienes hay que atender y agasajar pueden llevar a Virgo a refugiarse en una ermita después de unos meses, o a un grave colapso mental si la situación se prolonga durante unos años.

Cualquier Virgo que haya aprendido a conocerse termina por saber que para él lo mejor es encargarse del trabajo de hacer funcionar el mecanismo interno de la organización, y dejar que sea algún otro el que salga en las fotos publicitarias. Si está realmente dedicado a su trabajo (¿y que Virgo no lo está?), desdeña secretamente las actividades sociales y políticas en que se ve obligado a participar el jefe de la empresa, porque le hacen descuidar sus obligaciones... y puedes estar seguro de que eso de descuidar sus obligaciones no es cosa que Virgo se tome a 1a ligera.

Aun así, si el negocio es pequeño y no tiene más de una docena de empleados, digamos, Virgo puede hacer un buen papel como capitán del remolcador. Sin duda, no lo dejará chocar con ningún escollo imprevisto, ya que todos los riesgos potenciales estarán detalladamente registrados en su carta, del revés y del derecho. Pero un gran negocio y el nativo típico de Virgo, simplemente no combinan, aunque pueda haber alguna ocasional excepción de la regla. Un Virgo con ascendente en Cáncer y la Luna en Capricornio, por ejemplo, puede ser harina de otro costal. Este si que podría ser brillante como jefe de una gran empresa, así como el nativo medio se desempeña generalmente bien al frente de una empresa pequeña. También son gente que se distingue en la dirección de grupos de experimentación científica en los cuales lo fundamental es una investigación escrupulosa y detallista.

No será un jefe que pase por alto los errores y la falta de esmero de una secretaria que haga continuamente faltas de ortografía, tenga los dedos manchados de tinta y se olvide de regarle los geranios. Tendrás que ser despierta y andar despabilada si quieres conseguir un ascenso de tu jefe Virgo. Nunca le digas que tiene una reunión a las tres de la tarde si en realidad es a las tres menos cuarto, porque te las verás con un jefe irritable y quisquilloso que te señalará tu error con minuciosa franqueza. Y en cuanto a defenderte recordándole que el mismo extravió los papeles que necesitaba precisamente para esa reunión, ni lo pienses. En vez de conseguir que sea mas tolerante con tus errores al compararlos con sus propias rarísimas equivocaciones, lo más probable es que te mire echando chispas de furia y que, si lo intentas mas de una vez, acabes perdiendo tu trabajo. Una pizca de crítica ya es mucho para el jefe Virgo. Desde su punto de vista, claro. Por su parte, hazte a la idea de que habrá muchas, y de que hay una manera de evitarlas, y sólo una: no cometer errores. En realidad, es muy simple.

Una vez que te hayas adaptado a su actitud perfeccionista, verás que a pesar de su ojo de águila, Virgo es justo y bondadoso como jefe. No le interesan los detalles de tu último romance, porque al Virgo típico le aburren los sentimentalismos, pero tendrá muy en cuenta cuando le pidas un día de permiso para que te curen la uña del dedo pequeño del pie izquierdo. Un permiso por enfermedad es comprensible; los flirteos y los hábitos descuidados en la oficina, no. Mantén en orden tu escritorio, no te presentes en minifalda por el despacho, ni muy maquillada, no te cepilles el pelo sobre los papeles de él y escucha atentamente todas sus instrucciones. Si consigues que apruebe tu arreglo personal, tus hábitos laborales y tu inteligencia, comprobarás que puede ser un hombre sorprendentemente generoso y considerado para trabajar. Tiene sus pequeñas rarezas, pero ¿no las tenemos todos?

Los hombres que trabajan con un jefe Virgo se enfrentan con un problema un poco diferente: esperará de sus subordinados ideas creativas y una actitud agresiva en la promoción y las ventas. Es decir que confiará en que tú llenes esas lagunas de su propia forma de ser. Asegúrate, simplemente, de que actúas con modestia. Virgo sabe que tú tienes mas impulso directo que él, pero no se le escapa que quien tiene capacidad de organización -por no hablar de sentido práctico y cautela- es él, y no le hará gracia que le des a entender que puedes hacer las cosas sin su supervisión. Indudablemente, tiene razón, como casi siempre, y puede resultarte un poco frustrante hasta que te acostumbres y aprendas a respetarle por eso.

Puede que tu jefe Virgo tenga un cajón lleno de remedios para la indigestión, y la mente llena de hechos y cifras, pero tiene también el corazón lleno de bondad y de capacidad para resolver los desacuerdos y conflictos del trabajo. Como aguinaldo no repartirá automóviles ni estolas de visón, pero sus empleados estarán pagados en lo que valen y no los explotará. Recuerda que tiene la indudable capacidad de medirte en tus exactas dimensiones, y que engañarle es difícil, si no imposible. No esperes que se entusiasme con burbujeantes y seductoras campañas publicitarias. Tal vez no sea demasiado imaginativo, pero si lo bastante para comprender que esas burbujas estallan estrepitosamente con una gran salpicadura que puede mojaros a todos. Asegúrate de que tus sugerencias y tus métodos de trabajo tienen una só1ida base en la realidad, porque si no prescindirá de tus planes delirantes y es posible que prescinda también de ti. Quizá te impaciente mas de una vez su costumbre de buscar cinco pies al gato y su implacable actitud critica, pero como en definitiva no puedes decirle a un superior que los protestones hartan, será mejor que aceptes con buen humor sus criticas. De todas maneras, no te hará mal dejarte formar un poco por él.

Dile siempre la verdad, porque de nada sirve mentirle. Francamente, tu jefe Virgo podrá dejar pasar un mosquito, pero será raro que se trague un camello.

Si le prestas el apoyo y el respeto comprensivo que él necesita, nada irá mal. Interiormente, es de verdad un alma tierna y con frecuencia, sea casado o soltero, tremendamente solitario. Para él no es fácil hacer amigos, y se mostrará conmovedoramente agradecido por tu apoyo. Como todos los de su signo, vive con su sueño, y la emoción no le es, en modo alguno, tan ajena como parece. Dale a entender que has descubierto que es más lo que ladra que lo que muerde (aunque hasta sus ladridos sean recatados) y se bajará de su torre de marfil. Y no hagas caso de los demás empleados, que le consideran tacaño. Cuando tengas un verdadero problema, recurre a él y ya verás.

El empleado Virgo

Cuando dices... colina -interrumpió la Reina- yo podría mostrarte colinas en comparación con las cuales a esa la llamarías valle. - Una colina no puede ser un valle, vamos. Eso sería un disparate... La Reina Roja sacudió la cabeza. -Pues llámalo... disparate, si quieres -dijo-, pero yo he oído disparates comparados con los cuales eso sería tan sensato como un diccionario.

Si tiene usted un empleado Virgo que sea típico (o típica) de su signo, cuídelo como un tesoro y vaya, lenta y cuidadosamente, ascendiéndole hasta que se convierta en su mano derecha. No ande demasiado deprisa, porque Virgo se sentirá mal preparado y renuente. Un avance demasiado rápido no es halagador para él, más bien le alarma, y le hará pensar que es usted demasiado impulsivo para ser digno de confianza.

Es un empleado a quien no necesitará cubrir de sobresueldos, pero cuide también de no tenerle mal pagado. Virgo sabe bien cual es su valor actual en el mercado y, por mas que la lealtad y la estabilidad sean en el rasgos básicos, no vacilará en despedirse si siente que le tratan de manera injusta o irrazonable. Eso de que Virgo presta servicios sin pensar en la remuneración ha creado un pequeño problema semántico, ya que es mas exacto decir que presta servicios sin pensar en gratificaciones personales (por mas que secretamente lo desee mas de lo que da a entender). El empleado Virgo espera que se le pague cabalmente por sus servicios, porque para él el dinero es importante. No es el efectivo mismo como símbolo de status, ni tampoco el deseo canceriano de acumular lo que lo motiva: es su miedo innato a pasar penurias el día que esté viejo, enfermo y débil y se vea obligado a depender de otros. Sólo de pensar en una situación así, al Virgo típico se le pone carne de gallina. Es probable que en la vejez sea mucho mas sano que la mayoría de los demás signos solares. Aunque suele ser débil en la niñez, Virgo se fortifica físicamente a medida que los años pasan. Aun así, sigue preocupándose en secreto por su salud y por su seguridad financiera. Las imágenes mentales gemelas del hospital y del asilo nunca están lejos de sus pensamientos, de modo que ya ve usted de dónde viene esa silenciosa ambición de Virgo por ascender en su trabajo hasta alcanzar un puesto que le permita lograr la seguridad económica para el mañana. Llegado a este punto, y solamente llegado a este punto, empieza a distenderse la intensidad nerviosa de Virgo y el nativo puede relajarse. Claro que Virgo nunca se relaja completamente, pero digamos que ya no anda tan hecho un manojo de nervios como antes; se muerde menos las unas y las alergias le liberan de un poco de tensión.

Descubrirá usted que tiene excelente ojo para los detalles, a veces un poco demasiado como para resultar cómodo estar con él. El simple hecho de que sea usted el jefe no es íbice para que Virgo vea sus errores y los señale con la falta de contemplación típica de su signo. Para él lo sagrado no son los títulos ni los cargos, sino la perfección, aunque -con el típico encanto de Virgo- es probable que se muestre exteriormente más respetuoso y cortés que sus compañeros.

Sean cuales fueren sus defectos, siempre se puede contar con que estos empleados, hombres o mujeres, muestren gran capacidad analítica y un gusto excelente. Su agudo sentido de la discriminación hace del Virgo típico un crítico excelente, con el don de detectar el tablón apolillado de la cerca, por no hablar del eslabón más débil de la cadena, con una precisión y una rapidez increíbles. Como trabajadores son adaptables y versátiles, claros de pensamiento, precisos, inteligentes y dignos de confianza. Jamás entregarán un trabajo descuidado, y no tienen paciencia con las cosas hechas a medias ni con la haraganería. Y eso incluye las pequeñas haraganerías de usted. El jefe que se tome un día libre para jugar al golf puede encontrarse, al regresar a la oficina, con que el empleado Virgo le mira con desaprobación apenas encubierta, aunque su modalidad obediente y cortés hará probablemente que no diga ni media palabra.

Por lo general, Virgo se destaca más en las actividades al servicio del público en general. La publicidad literaria, la medicina y farmacia, todo lo que tenga que ver con la alimentación, los laboratorios científicos, toda clase de instituciones de servicio público, la teneduría de libros y la contabilidad son todos ámbitos donde el espíritu sistemático de Virgo se moverá con eficiente competencia. No hay detalle por pequeño que sea que escape a su consideración, y no vacilará en trabajar fuera de horas si algo no está bien y requiere su atención.

Puede usted dejar, con absoluta seguridad, que su empleado Virgo trabaje sin supervisión. Su sentido de la ética y su responsabilidad son absolutos. Además, es posible que prefiera trabajar tranquilamente solo, o bien al lado de usted, antes que verse expuesto a cualquier posible crítica de sus compañeros. Virgo es rápido en el trabajo, pero es posible que al principio eso no sea así, porque se siente inseguro en los atajos y jamás queda conforme hasta haber verificado todos los hechos. Es posible que parezca lento, simplemente porque está haciendo con minucia su trabajo. En realidad, su mente trabaja con tanta rapidez como la de Mercurio, aunque en Virgo la rapidez nunca estará reñida con un procedimiento cauteloso y metódico.

Aunque la publicidad no es la atmósfera natural para su mentalidad práctica y realista, puede ser valioso en un puesto en donde pueda reunir pacientemente los restos de esas tormentas de buenas ideas que a veces se desatan sobre la oficina, para ir asegurándose de que las ocurrencias geniales que se han producido tan alegremente durante el furor promocional no tengan demasiados agujeros y hagan agua.

No sería aconsejable destinar a Virgo para que haga la promoción de la empresa o se encargue de vender sus productos. Es un poco demasiado honrado, y demasiado mesurado en su discurso, para pintar a los potenciales clientes un cuadro fascinante, y su naturaleza es básicamente demasiado tímida y retraída para poner mucho entusiasmo en imponer a nadie su personalidad o la imagen de la empresa. Son muy pocos los nativos de este signo que sirven para la venta; sólo hay excepciones que confirman la regla.

Virgo se viste con pulcritud, su dicción es correcta, se muestra tan limpio como una pastilla de jabón, y es probable que su escritorio esté tan ordenado que parezca vacío. Tal vez pueda encontrarse usted con un Virgo que tenga un poco alborotada la oficina, pero no tema: su mente no está alborotada. El conoce el orden exacto de su aparente desorden, y sabe sin duda alguna dónde está cualquier cosa que pueda necesitar. Tal vez a usted su escritorio le parezca un monumento al desorden, pero él sabe las coordenadas exactas de cada sello y de cada broche para papeles.

Cuando algún Virgo se vuelve perceptiblemente descuidado, ya sea en su casa o en el trabajo, es casi siempre un síntoma de desdicha emocional; lo mismo que sucede con un Sagitario que de pronto se nos aparezca pulcro y meticuloso.

Muérdase usted la lengua cuando le den ganas de criticar el trabajo de Virgo, porque probablemente él habrá visto sus propios errores antes que usted. Si una crítica es necesaria, que sea breve y tranquila; y si se trata de una critica innecesaria, mas vale olvidarla. Hace falta muy poco para ganarse, con el corazón de Virgo, su lealtad y gratitud, pero también para hacer que se erice y se ponga hosco e irritable. De todas maneras, tan rápido como es para poner mal gesto ante agravios imaginarios será también para ayudar sin que se lo pidan cuando le vea a usted en dificultades. Durante una verdadera crisis, uno juraría que Virgo aumenta de estatura.

Jamás obligue a sus empleados Virgo a trabajar entre colores vivos y brillantes, que perturban su naturaleza tranquila. Déles el equipo más moderno y más eficiente que le resulte accesible, que ellos sabrán usarlo bien. No les gusta el ruido ni la confusión cuando trabajan, ni tampoco los horarios irregulares. Asígneles un día libre y que sea siempre el mismo. Si usted lo necesita, Virgo trabajará horas extras, pero la inseguridad y la confusión de andar cambiando turnos le enferman. Son gente cuyas necesidades emocionales están ocultas, pero existen, y que suelen tener una gran necesidad de que les sean reconocidas abiertamente.

Aunque es raro que Virgo se entregue a actividades esotéricas o imaginativas, alguna vez se encontrará usted con uno que pueda actuar así, pero recuerde usted que no por eso deja de pertenecer a su signo. Un astrólogo Virgo hará con quisquilloso esmero y detalle su investigación oculta, el poeta cantará en versos medidos, el pintor se concentrará en el detalle y el que se dedique a las tablas dominará a fuerza de laborioso estudio el acento o el dialecto de sus personajes. Nunca se deje desconcertar cuando le parezca que alguien nacido bajo cierto signo solar no hace lo que naturalmente correspondería, en cuanto a su elección vocacional. Siga observando y ya verá que el nativo es de alguna manera fiel a su naturaleza básica.

Una vez que haya ido ascendiendo gradualmente a ese empleado Virgo que empezó desde abajo (donde, desde luego, no tiene inconveniente en empezar) hasta convertirle en su mano derecha, entonces podrá usted realmente relajarse y empezar a jugar un poco al golf, con la seguridad de que alguien de absoluta confianza queda a cargo de todo en su despacho. Claro que puede sentirse un poco culpable, cuando vuelva ante la expresión de reproche de los claros ojos de Virgo. Realmente, ¿no ha advertido nunca lo simpático que es su empleado Virgo? Vuelva a mirar.



30/1/08

LEO "EL LEON" (Linda Goodman)



Del 24 de julio al 23 de agosto

La Reina se puso carmesí de furia, y tras mirarla
echando chispas un momento, como si fuera una bestia
salvaje, empezó a vociferar: ..¡Cortadle la cabeza!.

TÍMIDOS GATITOS

Esa es la voz de la Langosta, a quien oí declarar:
..Me has horneado tostándome en exceso,
y debo azucararme el pelo.

Como reconocer a Leo

Parecía de buen talante, pensó ella;
pero aun así, tenía garras muy largas
y muchísimos dientes, de modo
que sintió que habría que tratarlo con respeto.

¿Te ha dicho alguien últimamente que no le hagas favores, al mismo tiempo que te dejaba deslumbrado con una sonrisa totalmente fascinante? Es que te has visto ante el gran felino. No te preocupes, que ya te recuperarás. Un par de pequeñas quemaduras no importan. No es nada excepcional en Leo el despliegue simultáneo de su arrogante orgullo y de su espíritu juguetón; por eso se sale con la suya.

Leo, el León, rige a todos los demás animales. Leo, la persona, te rige a ti y a todo el mundo. (Si, si ya se que en realidad no es así. Pero no se lo digas, por favor. Le destrozarías su cálido y tierno corazón de egotista.) Lo mejor es contentarle, porque entonces ronronea, en vez de rugir y darte un susto poco menos que de muerte. El León alterna entre ser decididamente gregario y una hermosa indolencia, mientras sofoca un sibarítico bostezo. Si quieres estudiar algunos ejemplares, date una vuelta por los lugares más iluminados y chispeantes de la ciudad. Por lo menos la mitad de la gente que encuentras viviendo a la última moda serán Leo. Hasta los gatitos más tímidos se sentirán cómodos viviendo así. A Leo le enferma la oscuridad tanto como el aburrimiento.

Si ves a alguno que se ruboriza fácilmente, asegúrate de que no estás confundiendo el rubor con un rostro arrebatado de orgullo. Piensa que hay rubores muy diferentes. Leo puede estar sonrosado porque ha estado bailando mucho, o porque acaba de ver pasar al amor de su vida, pero jamás le veras las mejillas coloreadas por la introversión ni por esa timidez que induce a uno a ocultarse. No hay Leos introvertidos; los hay únicamente que se hacen los introvertidos, y es importante que lo recuerdes. Tal vez encuentres algunos Leones que mantengan atenuado al Sol que les rige y se muestren silenciosamente fuertes, dignos y decididos, pero no te dejes engañar por la suavidad de sus ronroneos. Incluso los Leos mas suaves están en su fuero íntimo convencidos de su regio derecho a dominar sobre amigos y familiares, mientras atisban desde detrás del telón, en espera del momento de salir a escena. Si no me crees, búscate un Leo tranquilo, de esos que se hacen los introvertidos, para atacar su orgullo. Quítale algo que él esté convencido de que por derecho le pertenece, dale órdenes y no le demuestres respeto. Ya verás como los rugidos del supuesto gatito se oyen desde aquí hasta el zoológico. Hay que ser todo un valiente para desafiarle cuando él defiende sus derechos y su dignidad. Hay Leos que se ablandan con la edad, pero en realidad el León jamás baja su orgullosa cabeza. Nunca.

En cuanto a los atributos físicos de este signo solar, simplemente mira a tu alrededor en busca de gente que se parezca a un león o a una leona, con su melena que se aparta hacia atrás de la cara y su mirada engañosamente ociosa. Los leones caminan erguidos y orgullosos, con el suave deslizamiento de un gato. En las mujeres se combina una gracia flexible con una intensidad oculta y estremecedora. Este último rasgo puede disimularse bajo una naturaleza suave, por lo general serena y estable. Pero no olvides que la leona está siempre pronta a saltar si se siente amenazada. Aunque las lleve envainadas, tiene las garras afiladas.

Notarás en él un aire de mando y un porte majestuoso, porque Leo mira con desdén a todos los simples mortales que están por debajo de él. Por lo común, es muy deliberado en sus movimientos y en su discurso. Es raro que Leo hable deprisa, corra, e incluso que camine con rapidez (a menos que tenga el ascendente o la Luna en Aries o en Géminis, por ejemplo). En un grupo, el León no te pasará mucho tiempo inadvertido: será el centro de la atención, bien con sus acciones y afirmaciones dramáticas, bien poniendo mal gesto y escondiendo la cara entre las manos hasta que alguien corra a preguntarle que le pasa.

El signo produce ejemplares de ojos azules, pero muchos Leo, sobre todo entre las mujeres, tienen los ojos color castaño oscuro, al principio dulces y serenos, pero que después chisporrotean y restallan. Suelen tenerlos redondeados y un poco almendrados en los ángulos. El pelo es oscuro o rubio rojizo, ondulado por lo general, peinado en un estilo suelto y descuidado que se levanta en el casco y en los lados de la cabeza; si no, se van al otro extremo y lo llevan implacablemente alisado.

En cuanto al cutis, es señaladamente rubicundo.

La gente de Leo ejerce sobre los demás un efecto extraño, que es divertido observar. Es difícil quedarse de pie delante del León sin que vaya uno enderezándose, encogiendo el vientre, echando atrás los hombros. En realidad, no se si nosotros los rústicos actuamos así imitando los regios modales del León con el que nos enfrentamos, o si es para acorazarnos ante un posible sermón, ya que les encanta dar consejos gratuitos. Leo es especial para decirle a uno con cierto aire de superioridad y condescendencia, cual es la forma exacta en que debería ordenar su vida.

Es ese amor por la enseñanza lo que lleva a tantos de este signo a convertirse en educadores, políticos y psiquiatras. Lo exasperante es que tengan tanta capacidad para racionalizar las cosas y plancharle a uno todas las arrugas de su vida. Lástima que no puedan arreglar sus propios asuntos con la misma facilidad y elegancia. Así y todo, es eso lo que hace el encanto de Leo: su sincera superioridad y sus excelentes cualidades, mezcladas de manera incongruente con la terrible y transparente vulnerabilidad de su yo. ¿El digno y orgulloso gato, vulnerable? Y como no. Cuando no se respetan su prudencia y su generosidad, se siente profundamente herido. Para suavizarle, halágale, simplemente. Nueve veces de cada diez, se convertirá de bestia rugiente en tímido y dócil gatito, que casi visiblemente se regodea y complace en el calor de las lisonjas. Es la debilidad que se convierte en el Waterloo de mas de un Leo, áspero y autocrático. La vanidad es su talón de Aquiles. Para él, la adulación es un estimulante, la falta de respeto le pone ciego de furia, y ambos extremos le hacen incapaz de formular un juicio equilibrado. Algunos Leones consiguen controlar con éxito estas tendencias, pero siempre están latentes en el signo solar y se hacen presentes hasta cierto punto.

Haz la prueba alguna vez. Cuando te esté dando alguno de sus sermones, interrumpe respetuosamente a tu amigo Leo para decirle que tiene un aspecto realmente magnifico con ese suéter. El resultado será probablemente un brusco descenso de su dignidad, y veras que el León, enrojeciendo, te pregunta totalmente desconcertado: ¿En serio? Pero, ¿de veras te lo parece?. En la mayoría de los casos, el reconocimiento de su intelecto da tanto resultado como un elogio de su apariencia.

Leo no puede dejar de sentirse superior y de comportarse de manera teatral, de vez en cuando. Una de mis hijas tiene un maestro nacido en agosto. Un día que ella vino de la escuela, me comento: Mami, tenemos un maestro muy raro. Para todo es inteligentísimo, pero a veces se pasea por el aula sacudiendo los brazos en el aire y gritando que está rodeado de idiotas. Nosotros siempre nos reímos, porque sabemos que no lo dice en serio. Pobre León, si hasta los niños saben que sus rugidos son peores que su mordedura. Claro que no puedo dejar de advertirte que puedes tropezar con uno que tenga a Marte o a Mercurio influido, digamos, por Escorpio, y entonces el mordisco será mas grave; pero ahora estamos hablando del ejemplar típico.

Leo es sumamente astuto, en muchos sentidos. Será raro verlo desperdiciar energías procurando extraer agua de un pozo agotado, como suele sucederle a Aries; es pues un excelente organizador y sabio distribuidor de obligaciones. Sus órdenes son sorprendentemente efectivas cuando controla los efectos dramáticos, porque el León puede ser un maestro en el arte del discurso simple y directo, aunque a veces huela un poco a teatral. Expresa generosa y abiertamente su aprobación, y sus lisonjas pueden ser tan exageradas como para confundirle a uno.

Tampoco se avergüenza de sentir disgusto. Por lo general, lo que dice es lo que siente. Es posible que aplaque o que resulte quemante, pero nunca pasará sin dejar huella.

Las regias maneras de este signo solar se despliegan cuando el hombre o la mujer Leo reciben invitados. Uno se siente como si estuviera en un palacio real, donde se esperaría en cualquier momento ver como se detiene a la puerta una carroza con lacayo, para dejar bajar a Maria Antonieta o, por lo menos, a Nell Gwyn y a Madame Du Barry. La gente de Leo rodea a sus invitados con gran abundancia de la más exquisita comida, vinos finos, mujeres hermosas y buena música. Debo admitir que, en realidad, conozco un Leo que tiene gran influencia de Virgo en su carta natal y que en las fiestas sirve pepino en cubitos condimentado con hierbas, perejil y germen de trigo, pero los demás detalles son deslumbrantemente leoninos, incluyendo siempre las invitadas femeninas. ¡Qué exquisitez! Ni siquiera Luis XIV lo hacía tan bien. Pero después de Luis XIV, el diluvio, y después de mas de una cena romántica y un baile con Leo se produce un diluvio de declaraciones, pasión, lágrimas, enojos, disculpas y confusión sentimental lisa y llana.

Y ahora que llegamos al tema del amor, que es mas bien un lugar común donde encontrarse siempre que uno tenga algo que ver con Leo, ya sea personalmente o por carta, hay que señalar que no encontrarás, lector, muchos solterones ni solteronas nacidos bajo este signo solar. Si tropiezas con alguno, no te formes una opinión definida hasta que no hayas mirado discretamente dentro del tocador. Siempre hay algún amante oculto en las inmediaciones de la guarida del León. Es posible que no esté casado cuando le conozcas, pero estará enamorado o a punto de estarlo, o bien acabará de salir de un episodio romántico y le encontrarás con aire patético y perdido. El fiero orgullo de Leo es causa de que muchos romances y matrimonios se hagan pedazos. Un León sin pareja suele ser muy triste espectáculo, pero cuando su orgullo ha sido afrentado por su pareja, sea ésta legal o no, es posible que pierda su aspecto de tristeza y se muestre feroz, en cambio. De todas maneras, no hay quien pueda aguantar más con estoica dignidad, o adaptarse, cuando es necesario, valientemente a las condiciones más deprimentes, con auténtica energía y optimismo.

Como la tendencia a perdonar y olvidar es parte de la naturaleza íntima de los grandes felinos, las reconciliaciones son, en la vida emocional de Leo, casi tan frecuentes como las rupturas, una vez que el chisporroteo de la dignidad ultrajada se ha extinguido y que el gato cobra conciencia de su soledad. Leo está casi continuamente ahogado por la pasión, no solo por el sexo opuesto, sino por la vida. Tanto para los Leones como para los tímidos gatitos, la vida sin amor es como un cheque sin fondos. Para ellos, cuando el romance se extingue, el Sol deja de brillar.

Son hombres y mujeres que jamás se apoyan en los demás. Prefieren, más bien, que se apoyen en ellos. La responsabilidad para con los débiles y los desvalidos les fascina. Si oyes que Leo se queja con dramáticos rugidos de que todo el mundo depende de él y de que es el único que carga con todo, ni se te ocurra preocuparte. A él eso le encanta. Trata de aliviarle de alguna carga o de tenderle una mano, y ya verás con que rapidez el León rechaza desdeñosamente tu ayuda. Y algo que debes evitar muy especialmente es ofrecerle ayuda financiera. Aunque con frecuencia pueda andar sin un centavo, Leo siempre sabe que ya encontrará manera de volver a llenarse los bolsillos. Son muy pocos los de este signo que se muestran cuidadosos con el dinero. Tal vez te encuentres alguno a quien de pequeño le asustó algún cobrador, y que se conduce como si en cualquier momento pudieran llevarle preso por deudas, pero el León típico es un jugador espectacular de corazón, desaforado a veces. Hasta los raros ejemplares de este signo que son ahorrativos se visten con ropa cara y siempre aparecen bien presentados. Leo quiere todo de primera y lujoso, y gasta sin privarse cuando se trata de diversiones y placeres. Es capaz de darle dinero a casi todo el mundo. Si le piden un préstamo y no tiene efectivo, es posible que prefiera a su vez pedir prestado antes que admitir que el rey no está en situación de sacar de un apuro a sus súbditos.

Claro que éste es un último recurso, porque a Leo le mortifica tener que recurrir a alguien en cuestiones de dinero, consejo o estimulo. Tiene ego suficiente para estimularse él solo, es lo bastante despierto para llenar su propia alcancía... y bien sabe Dios que no le gusta pedir consejo. Uno busca consejo en los que están por encima de él, ¿y quien está por encima del León?

Leo es propenso a las fiebres altas, a los accidentes, las enfermedades agudas y violentas, y generalmente inmune a las dolencias crónicas y prolongadas. Como rara vez hacen algo a medías, son gente que o bien irradian una vitalidad increíble,) bien se quejan de que no durarán mucho en este mundo; esta última reacción es típica de la falta de apreciación y de la avidez le afecto. Leo parece tener el corazón estupendamente fuerte, o si no, presenta alguna debilidad en la zona cardiaca. Es posible que sufra dolores de espalda y de hombros, problemas de columna, accidentes en las piernas o tobillos, problemas relacionados con los órganos de la reproducción y ronqueras o dolores de garganta. Pero se recuperará pronto de la enfermedad, y su principal peligro es el de descuidar su salud o levantarse demasiado pronto cuando ha estado enfermo. Al principio, estar en cama y sentirse atendido halaga la vanidad de Leo, pero cuando se da cuenta de que está desempeñando el papel del débil y no el del fuerte, sus veleidades de incapacitado desaparecen rápidamente.

Con los regidos por el Sol no hay términos medios. O son espantosamente descuidados y desaliñados, o meticulosamente pulcros y ordenados. Les gusta bastante el chismorreo, y se sienten heridos o excluidos si a su alrededor sucede algo que ellos no entienden. Leo es fijo por naturaleza. Es difícil apartarle del camino que se trace, aunque él si pueda apartar a otros con su convincente oratoria. Acumulan solo lo necesario para poder distribuirlo, una vez que ellos mismos se han provisto de un trono resplandeciente y completo, hasta con almohadones de plumas. Son capaces de desplegar la feroz energía de una apisonadora de vapor, para después tenderse, soñolientos y relajados como un gato, a holgazanear y desperezarse al sol.

Cuando Leo trabaja, trabaja. Cuando juega, juega. Cuando descansa, descansa. La mayoría de ellos tienen una habilidad impresionante para delegar en otros las tareas sucias y desagradables, en tanto que ellos se ocupan de las cosas importantes, como puede ser la decisión de quien será elegido presidente y como se debe ganar la guerra.

Para su propia sorpresa, cuando una auténtica emergencia se desploma sobre sus recios hombros, Leo se la toma con calma, pero sin eludir jamás su deber, ayudando a los desvalidos, protegiendo a los asustados (aunque por dentro él pueda estar doblemente asustado), animando a los melancólicos y afrontando con valor su auténtica responsabilidad. Tal es su naturaleza.

Pero aflorará radiante una vez que la etapa del playboy haya quedado atrás, junto con las llamativas corbatas pintadas a mano y con aquella guitarra que solía tocar.

La próxima vez que seas tú el blanco de los orgullosos rugidos del León, acuérdate de la Reina de Corazones, que gritaba constantemente: ¡Cortadle la cabeza! mientras todo el mundo seguía con la cabeza bien puesta sobre los hombros.

Acuérdate del león cobarde de El mago de Oz, que se mimaba tiernamente la hermosa cola, con agraviada dignidad, y buscaba con ansiedad por el mundo el don del verdadero valor, y que terminó descubriendo, cuando se produjo una auténtica situación de peligro, que el mas valiente del grupo era él.

Leo es un amigo orgullosamente leal, enemigo justo pero poderoso; es creativo y original, vital y fuerte, lo mismo da que sea un León tranquilo o uno de los inflamables, pues existen las dos clases. Su indumentaria es despampanante, adecuada a su colorida personalidad. Y pasamos por alto su arrogancia, su ego insufrible a veces, sus ataques -más bien ridículos- de vanidad y haraganería, porque el corazón, como su metal, es oro puro.

Rebosante de cordialidad y generosidad, el León, alegre y afectuoso, salta alegremente por un campo de amapolas cuando su Sol brilla alto en el cielo; en cuanto a los dados que arroja confiadamente, sus números son el uno y el cuatro. Leo luce orgullosamente un topacio que le dé suerte, después se le va la mano, pero su dignidad y su gracia interiores son tan auténticas que puede llevar con valor sus infortunios. Los cálidos rayos amarillos de su jocunda esperanza se intensifican hasta el naranja a la hora del crepúsculo, y en sus noches brilla un millar de estrellas.

Personalidades Leo famosas

Gracie Allen
Lucille Ball
Ethel Barrymore
Bernard Baruch
Bill "Count" Basíe
David Belasco
John Galsworthy
Alfred Hitchcock
Aldous Huxley
Carl Jung
Jacqueline Kennedy
Princesa Margarita Rosa
Napoleón Bonaparte
Walter Brennan
Robert Burns
Fidel Castro
Julia Child
Arlene Dahl
Cecil B. de Mille
Eddie Fisher
Benito Mussolini
Dorothy Parker
Robert Redford
Walter Scott
George Bernard Shaw
Percy Bisshe Shelley
Robert Taylor
Mae West


El hombre Leo

¡Es el amor... es el amor
lo que hace girar el mundo!

El poeta que escribió aquellos versos sobre una flor nacida para ruborizarse en secreto y derrochar su fragancia en el aire del desierto no pensaba ciertamente en Leo. A este hombre podrás encontrarlo gozando de la ardiente luz del Sol, y también pronunciando floridos discursos, pero nunca en la soledad del desierto. Lo más probable será que esté en un escenario, o frente a un círculo de amigos y familiares en adoración. Es posible que derroche el dinero, pero no que derroche su fragancia en el aire. Leo siempre tendrá público.

Pues ahí lo tienes, en síntesis. El secreto para hacer caer en la trampa al León es así de fácil: conviértete en su público. Totalmente diferente de los remisos varones de Virgo y de Acuario, tu amiguito Leo sucumbirá felizmente a las deliciosas agonías del amor, si tú sabes jugar bien tus cartas, adorarle, halagarle y respetarle.

¿Es uno de los inflamables varones de agosto? Cálate las gafas oscuras y sométete a su brillante luz solar. ¿Es uno de los ejemplares tranquilos y silenciosos? Pues no te dejes engañar por su suavidad. Si le acaricias a contrapelo, ya verás como vuelan las chispas. Recuerda que no hace mas que representar el papel de alma mansa, y que por debajo de sus modales corteses y de su paciente impasibilidad arden las brasas de una orgullosa dignidad y de una vanidad arrogante que en cualquier momento pueden convertirse en llamas y quemar a la tonta mujercita que se crea capaz de manejarlo.

El León será un cortejante galante y caballeresco, tiernamente protector y sentimentalmente afectuoso. No necesitarás tenderle muchas trampas para inducirle a románticas osadías. Se podría decir que Leo está dotado de un potencial de pasión instantánea. Con tener la oportunidad y agregarle -bien mezcladas- unas velas encendidas y una música suave, el amor florecerá como una roja, rojísima rosa. Y en realidad, si no las tienes a mano, hasta puedes prescindir de las velas y de la música y limitarte al primero de los ingredientes. Lo mismo da.

Si en su vida falta el amor, el orgulloso León languidecerá, simplemente... aunque desde luego, de manera muy dramática.
Para él es cuestión de adoración o muerte, y puedes tomarlo bastante al pie de la letra. Los hombres de este signo rara vez ahorran gastos en el proceso de su galanteo; te llevará a los mejores restaurantes, te bañará en flores y perfumes, orgullosamente escoltada por el irás al teatro, y atarás con una cinta un puñado de cartas de amor fantásticas. Te diré la verdad: para resistirte, tendrías que tener el corazón de piedra.

Es posible que a esta altura estés pensando que te ha tocado la lotería. Piénsalo de nuevo, que un romance leonino no está del todo libre de complicaciones. Podrías aprender de los mimados favoritos de la realeza. Leo te invitará a su refugio y te entibiarás junto al hogar de su gran corazón, pero la guarida del León puede convertirse en una prisión, confortable y lujosa. ¿Es celoso? La respuesta es si, y ya puedes hacer con ella un gran letrero luminoso. Tú le perteneces, en cuerpo, alma y mente. Él te dirá que tienes que ponerte, en que lado debes hacerte la raya del pelo, que libros leer, que amigos son los que mas te convienen y cual es la mejor forma de organizar tu día.
Querrá saber por que tardaste dos horas en hacer las compras cuando dijiste que en una hora volverías, con quien te encontraste por el camino, que hablasteis... y hasta es probable que se enfurruñe si no le cuentas en que estás pensando, con los ojos fijos en la ventana de la cocina, mientras le preparas los huevos revueltos. Al fin y al cabo, bien podrías estar pensando en otro. Jamás olvides la fuerza que puede alcanzar su temperamento impulsivo cuando alguien le excita. Aguijonearle con un flirteo ocasional para demostrarle que sigues siendo deseable es una absoluta locura. Él sabe que tú eres deseable, y no necesita que se lo demuestren. Además, si se te va la mano, Leo es capaz de dejar a tus inocentes amigos masculinos aplastados contra el suelo... si es que no los manda al hospital.

En la aventura amorosa con un León no todo son rosas y miel, y no me refiero únicamente a los gatazos inflamables, sino también a los más tímidos. En cuanto a su naturaleza básica, no son diferentes. Toda mujer que se enamore de un Leo debería hacerse con un ejemplar de Ana y el rey de Siam y estudiárselo bien. El monarca siamés era un Leo típico, y de la técnica de Ana podrás sacar ideas valiosísimas. Primero, provocarlo, desafiante, para ganar su interés: finalmente, la sumisión femenina, no sin haber puesto antes en claro que no te dejarás devorar del todo. Realmente, esa novela es un tesoro; tenla siempre debajo de la almohada.

Prepárate para equilibrar sus magníficos entusiasmos con la calma del razonamiento, y para sosegarlo cuando infle los problemas hasta llevarlos a dimensiones increíbles. Los nativos del tipo apacible lo hacen sin mucho ruido, pero no hay ninguna diferencia. No importa que ruja y se enfurezca porque los empleados no le han obedecido, o que se refugie, taciturno, en el porche del fondo porque los vecinos le han hecho un desaire: el resultado final es el mismo. Leo necesita de tu estabilidad como contrapeso para su orgullo irracional y, si tú no la tienes, vuestro amor puede convertirse en una regia batalla sin pausa.

Pasaréis todo el tiempo en rupturas y reconciliaciones, y a tal velocidad que vuestros amigos se preguntaran asombrados donde esta el fuego. ¿Dónde? Pues ahí, dentro de vuestra abrigada guarida leonina.

No trates de dedicarte a una profesión, porque Leo no lo aceptará. Tu profesión es él. El León puede acceder a que su compañera salga a conseguir algunas pieles cuando la cuenta del banco se venga abajo, pero ella tendrá que dejar bien en claro que el trabajo es lo último, después de él y del hogar. Los Leones no toleran la competencia de machos ni de intereses i externos. Si tienes el valor suficiente para aceptar estas condiciones, ve a comprarte el ajuar, pero cuidado: que sea de última moda, porque él querrá exhibirte en todos sus desfiles privados de verano y de invierno. Si lo avergüenzas apareciendo en público con un porte algo menos que de reina, echarás de menos su rostro familiar en la iglesia, mientras los violines te reciban con la Marcha nupcial.

Cuando ya estéis casados, emparejados y enamoradísimos, estudia tu activo. Tu marido Leo será tan tierno y de buen corazón como el rey Arturo, siempre que tú dejes que toda la familia gire en torno de el. Si cuenta con el respeto que él exige, Leo te retribuirá con una generosidad sin límites. Es posible que te repita una y otra vez lo bella que eres, que te asigne una suculenta mensualidad y -maravilla de las maravillas, con su disposición al romance- es probable que te sea fiel. Las posibilidades siempre son mejores después de casados que cuando te las ves con un soltero, y te diré por que. Generalmente, el León es demasiado haragán para andar a la caza de caras bonitas, una vez que ha encontrado una leona capaz de manejar bien su reino mientras él dormita placenteramente en una hamaca. Jugará afectuosamente con los cachorros, protegerá de todo peligro a su pareja y la hechizará con su ambición de llegar a un cargo de impresionante superioridad en su carrera.

Con un marido Leo llevarás una vida social muy activa, siempre y cuando le deje tiempo para su sueño reparador. Pero algunas noches saldrá con sus amigos, y también es posible que haya algunos problemas económicos, debido a súbitas urgencias del azar, o a alguna inversión arriesgada que en opinión de tu amado debía haber rendido muchísimo. Una vez conocí a un Leo que se compró diez acciones de un pozo petrolero.

Aunque entre los miles de accionistas, él fuera uno de los más insignificantes, no dejaba de ir un par de veces por mes al lugar de la perforación, con aire de importancia. Cuando alguien le preguntaba que quería, él contestaba que había ido, simplemente, para ver como andaban las cosas en su pozo. Los perforadores le trataban con gran respeto, pensando que era uno de los miembros del Consejo de Administración.

Todo eso se puede soportar porque tendrás compensaciones. ¿Cómo puede rezongar porque tú te hayas comprado el carísimo sombrerito de visón, cuando él ha perdido el importe de un abrigo de visón en una partidita con los amigos, o después de haberse gastado tus ahorros en la subasta de dos partidas de envases plegables de cartón de tamaños surtidos, cuando se le ocurrió que la compañía se incorporará al sistema de ventas por correo? (Que después no pudo usar porque resultó que estaban todas impresas con el anuncio de Veneno para las ratas, con la calavera y las tibias cruzadas.) Aunque tengas que ponerle bajo llave, mantenle alejado de las subastas, porque su necesidad de ser mejor postor que nadie, en cualquier momento, es irresistible. También será él quien arrebate la cuenta, en público, exclamando alegremente: Es mía, y te deje sin dinero para la nevera nueva. Leo estaría en su elemento en Texas o en Las Vegas, donde le reconocerían inmediatamente como uno de los que vuelan alto (a no ser que la influencia lunar o la de su ascendente le impongan frugalidad).

Hay una cosa en el León que puede resultarte muy útil. Casi todos los de su signo tienen un don maravilloso para arreglar cosas. Cualquier cosa, desde un picaporte roto a uno de esos tercos grifos del baño, hasta un magnetófono o un complicado aparato estéreo de alta fidelidad. Si es un Leo típico, no podrá resistirse a meter mano para hacer funcionar algo que está estropeado. Si no obtiene resultado, con espléndida furia leonina propinará un sonoro puntapié a ese armatoste atrevido, y de pronto el picaporte abrirá, el agua correrá como un torrente, el magnetófono empezará a hablar y el estéreo a tocar música.

Parece como si Leo tuviera alguna virtud mecánica. Muchos de ellos son capaces de desarmar motores y volverlos a armar, sin apenas ensuciarse las manos. Leo no es tipo que deje pasar meses sin ajustar los tornillos de una bisagra o sin asegurar las chinchetas de la moqueta. Es sorprendente la cantidad de Leones que son capaces de hacerse sus propios muebles, y que agregan una habitación a la casa sin ayuda de un profesional.

Es posible que quiera tener su propio taller en el sótano. No te quejes si hay un poco de aserrín en el suelo, que eso le mantiene contento... y en casa por las noches.

El León es la vida de muchas fiestas, pero no es ningún bufón. Para llamar la atención, puede ponerse la máscara del comediante, pero por lo general su auditorio comprende que es 1o mejor seguir respetándole aunque durante un momento pueda estar juguetón. Pese a las apariencias, no hay nada de campechano en la naturaleza íntima de Leo; es mucho más resuelto y tenaz de lo que parece. Sabe lo que quiere, y generalmente lo consigue. Y también es bueno para conservarlo.

Si esperas que te sea fiel durante el noviazgo, asegúrate de darle una buena ración de romanticismo y afecto, porque si no, su enorme necesidad de amor y admiración le llevará a recorrer toda la jungla para buscarlos. Si vuestra relación es auténtica y profunda, es probable que Leo no te mienta, pero los ojos se le desviarán un poco. A menos que se los vendes, no es mucho lo que puedes hacer al respecto. Leo aprecia la belleza, de modo que si tú eres de las que se sienten celosas ante una mirada admirativa dirigida a otra mujer, más vale que trates de ser más tolerante. Un hombre Leo a quien su amada le deje porque le gusta flirtear se sentirá realmente herido y sin entender nada. En esas circunstancias es muy capaz de simular cualquier cosa, desde un ataque cardíaco hasta una nota de despedida manchada de lágrimas, para conseguir que tú te compadezcas y vuelvas corriendo a sus fuertes brazos cariñosos...y se mostrará tan convincente que te sentirás un monstruo de crueldad. A menos que a ti también te gusten las escenas dramáticas y emocionales, es mucho menos complicado comprenderle desde el principio. De todas maneras, lo más probable es que, si le sabes tratar, sus travesuras sean inocentes e inofensivas. Como no tienen una sensibilidad especial para los sentimientos ajenos, a pesar de su bondad básica, la mayoría de los hombres de Leo están tan inmersos en si mismos que pueden ser de una franqueza y de una falta de tacto brutales, pero con su sonrisa deslumbrante despejan inmediatamente la atmósfera. En todo su cuerpo fuerte y grácil, el afectuoso León no tiene ni un huesecillo de maldad. Es posible que despida tremendas nubes de vapor, pero la maldad no entra en su estructura y no es capaz de actuar con auténtica crueldad (a menos que tenga una influencia negativa en su carta natal). Le gustan los deportes, pero a medida que pase el tiempo preferirá ser espectador, desde su cómodo trono tapizado, mientras tú le atiendes.

No siempre, pero con frecuencia, hay un giro raro en los varones Leo. A diferencia de Capricornio, que busca en una
alianza un ascenso social, a veces el León tiende a casarse con una mujer por debajo de su condición. Aunque este igualmente deseoso de status social, no puede resistirse al deseo de adquirir un súbdito de quien pueda sentirse superior. A veces se equivoca en la elección, y la tímida violeta que le adoraba sentada a sus pies le toma por sorpresa y consigue hacerle una jugarreta que le sirve para arrancarle el cetro. Cuando así sucede, el León destronado es un infeliz marido que lleva estampada la expresión trágica de un monarca en el exilio.

Es triste, pero cierto: es raro que Leo tenga una familia numerosa. Muchos de ellos no tienen hijos, viven separados de ellos o tienen un hijo único. Es una pena, porque son una maravilla de padres, cálidos, a veces un poco demasiado tolerantes, entre uno y otro discurso sobre la seriedad en el comportamiento. Es posible que sus hijos se irriten ante sus exigencias y se harten de sus largas conferencias, pero ya aprenderán a someterle con halagos. Aunque él insista en que le respeten, y lo consiga, ya sabrán ellos sacarle cualquier cosa con un oportuno: Si, papá. Tienes razón, papá. Es decir que la verdadera disciplina tendrás que imponerla tú. Es posible que los niños se resientan por su actitud arrogante, pero a los padres Leo se les recuerda casi siempre con afecto a lo largo de los años. Un último consejo: no prestes a los niños mas atención que a él, porque terminaras encontrándote con un problemon entre manos: un gigantesco ego magullado, casi imposible de curar.

¿Cómo puedes evaluar al enigmático varón Leo? ¿Es bondadoso o agresivo, generoso o cruelmente egoísta? ¿Es realmente un tipo sociable a quien le agrada la gente? Su reputación de superioridad, ¿ha sido ganada con falsos méritos o tal vez, como el verdadero León, es digno de que le llamen rey? Es obvio que, al menos si se le mide con su propia vara por lo menos, se merece ser el amo y señor de su vida amorosa y de su carrera. Hay que admitir que en los dos campos obtiene por lo general grandes éxitos.

Si Leo es un rey auténtico o apenas un pretendiente al trono es cosa que no podemos saber. Pero con respecto a tu propio León, hay algunas cosas que si sabes. Tiene apetitos insaciables, y es tan orgulloso como un pavo real. Exhibe una enorme necesidad de mandar y de ser amado por aquellos a quienes manda. Recuerda que Leo teme secretamente el fracaso y el ridículo. Es una constante tortura interna, y la verdadera fuente de su vanidad y de su dignidad exagerada. Sin embargo, cuando una gran causa ha conmovido su nobleza, el León no conoce el miedo. Solo entonces aprende, él mismo, que la magnifica fuerza y el valor que ha fingido poseer, en realidad, han estado presentes en el durante todo el tiempo.

Es posible que Leo te saque de tus casillas con sus extravagancias durante el noviazgo, pero no es de ningún modo mal compañero Si piensas en una relación duradera. Si no tienes inconveniente en postergar tu ego y en construir tu vida en torno a la de él, una vez que lo hayas domado contarás con la adoración de este hombre y jamás volverás a sentirte sola. Piensa, además, que te arreglará todos los grifos del baño.

La mujer Leo

Es un honor verme, y un favor oírme:
Es un gran privilegio cenar y tomar el te'
con la Reina Roja, con la Reina Blanca
y conmigo.

Es probable que la mujer Leo tenga una cosa que a ti no te gustará. Un álbum de recortes, con fotografías y recuerdos de todos sus antiguos novios. De nada sirve intentar que lo queme: la Leona es una sentimental incorregible.

En los bailes no se pierde pieza. Lo más probable es que sea ridículamente popular, y que tengas muchísima competencia cuando pretendas convencerla de que adopte tu apellido para el resto de su vida. Llevarás cierta ventaja si eres conde o marqués de algo; cualquier cosa que suene a realeza, a nobleza o a importante. En realidad, no me puedo imaginar que una mujer Leo se case con alguien de apellido Pérez o García. Aunque es posible. Todo es posible. Pero lo más probable será que firme Pérez de la Guía. Es casi seguro que ella será el líder social de su grupo y que imperará sobre las mujeres de menor categoría como una reina, pero con una gracia tan fascinante y con tan hermosa sonrisa que, en realidad, a nadie le importará. Es posible que otras mujeres acepten que ella nació para ser reina, para imponer modas, estilos y costumbres. De todas maneras, no les servirá de mucho el intento de usurpar su autoridad.

Parecería que la naturaleza se mostró prejuiciada al dotar a la mujer Leo de vivacidad, astucia, gracia, belleza y simple sex appeal para tres por lo menos... y un poco mas. Si eres víctima de un complejo de inferioridad, mas vale que centres tu atención en algún pájaro de plumas menos brillantes. No esperes domesticarla hasta convertirla en una tímida doncella pendiente de la última de tus palabras. El hombre que espera que una mujer Leo viva en adoración a sus pies vive en el paraíso de los tontos. Considérate afortunado si ella te acepta como a un igual, te respeta, está dispuesta a ser tu pareja y se deja poseer afectivamente. Ten en cuenta que el mero hecho de dejarse amar por ti es prácticamente como si te hubiera armado caballero. En serio, podría haberte ido mucho peor. Una Leona es mucha mujer, una especie de artículo suntuario, que no se encuentra en la sección de oportunidades.

Es conveniente no olvidar que la mujer Leo puede montar una escena tormentosa y también mostrarse tan dulce e inofensiva como un bote de jalea. Es posible que tenga voz suave y susurrante, fascinantes modales y unos ojos enormes y dulces que se iluminan con deliciosas chispas cuando mira entre las pestañas. Una mujer Leo puede parecer tan tersa y serena como un lago fresco y placido. Cuidado: no es más que un papel que representa porque los críticos lo aprueban. Pero si le quitas el papel estelar en tu producción amorosa, para relegarla al lugar de doble o de figura de segundo plano, ya verás lo tímida y lo sumisa que no es. Claro que la mayor parte de las mujeres Leo a quienes rindas tu homenaje dejarán bien en claro que son demasiado dignas y orgullosas para aceptar necedades. Seria muy triste que dieras el tropezón en complicarte la vida con el otro tipo de Leona, la que esconde las garras pero por si acaso, se las afila todos los días.

Para cortejar a esta chica, asegúrate siempre de que se traten de regalos caros y de excelente gusto, y que vayas correctamente vestido cuando se los ofrezcas. Además, tendrás que practicar diferentes formas de lisonjearla. Muéstrate original y creativo, por favor, que frases del estilo de Nena, que bien estás o Este traje te sienta muy bien pueden hacer que te veas inmediatamente arrojado de palacio, entre los labriegos.

Las expresiones vulgares y malsonantes la dejan como un témpano. Acuérdate de que estás cortejando a la realeza. Homenajes y halagos son para ella una razón de existir, pero ten presente que la mujer Leo admira tu masculinidad y no pretende convertirte en un alfeñique. Una mujer de este signo no podría amarte Si no fueras fuerte, pero tampoco permitirá que la insultes con una actitud de condescendencia. En su forma de verlas cosas, decididamente, ella no es el sexo débil. Son muchas las mujeres Leo de constitución atlética y a quienes les encanta el deporte, pero será mas prudente de tu parte que la lleves al teatro y no al partido. El escenario y las candilejas son infalibles para magnetizarla y transfigurarla.

(Mejor que saques plateas, olvídate de los palcos.) Elige una obra en la que la heroína se comporte como tú quisieras ver que ella se conduce esa noche, y tienes buenas probabilidades de que, inconscientemente, repita el papel hasta el último detalle. Terminados los festejos, no la lleves a un bar a cenar hamburguesas, en la esperanza de que se siente en un taburete a comer patatas fritas, llevada de su amor por ti. Mas vale que la invites con menos frecuencia, pero a lugares de categoría. No es que sólo le interesen los hombres de dinero; por lo general es generosa, no tiene inconveniente, de vez en cuando, en compartir los gastos, y es probable que te cubra de tantos regalos como tú le hagas a ella. Simplemente, se siente incómoda en un ambiente mezquino. Aunque sea la mujer mas pobre del mundo, la nativa de Leo se las arreglará para ahorrar las moneditas necesarias para comprar cortinas para las ventanas, anillos para los dedos y ajorcas para los tobillos. Es posible que alguna vez se de una vuelta por los suburbios, pero por curiosidad, como espectadora, manteniéndose a distancia de la multitud. La pobreza la deprime y la hace sentirse físicamente mal.

Si vistes con desaliño y le ofreces como vivienda una choza, no te hagas ilusiones.

Hay un cuento de una dama francesa que, en los jardines de Versalles, preguntó a su amante si la gente del pueblo conocía esa exquisita emoción que era el amor. Cuando le aseguraron que sí, exclamó con ofendida sorpresa: ¡Pero si es demasiado bueno para ellos!. Probablemente era una Leo.

No culpes a la Leona si de vez en cuando es arrogante y vanidosa. Por naturaleza, se siente por encima de las masas, y es raro que la gente se resienta, porque cuando se siente amada y respetada, Leo puede ser la más buena y generosa de las mujeres, capaz de mostrar auténtico afecto por los niños, los desvalidos y los desamparados. En realidad, no tienes por que esperar que se baje de un trono que por derecho de nacimiento le pertenece. Si es una típica hija del Sol, será graciosa y deslumbrante y serán muchos los que reconocerán alegremente en ella a un ser extraordinario. Y en verdad lo es. Es inteligente, ingeniosa, fuerte y capaz, sin dejar de ser al mismo tiempo deliciosamente femenina. Nadie que esté en sus cabales podría considerarla vulgar.

Si tu dama es Leo, sabiendo halagarla llegarás donde quieras; ya sabes que esa es su debilidad secreta. Y te diré otro secreto, si es que piensas casarte con ella: terminará por cansarse de su jaula dorada y querrá vagabundear por la selva para ver que es lo que hacen todos los demás felinos. Estar confinada bajo un techo y cuatro paredes puede quitarle rápidamente el brillo.

Déjala que disfrute a su manera. Se te marchitará en la rama si se ve obligada a no ser más que una ama de casa, a menos que tengas el dinero suficiente para que ella pueda recibir continuamente a sus amigos y derrochar en la decoración de su hogar.

Por lo general, Leo es una alhaja como esposa. Será raro que la encuentres descuidadamente envuelta en un albornoz, con los rulos puestos y la cara cubierta de crema, y no porque descuide sus tratamientos de belleza. La mujer típica de este signo se pasa horas frente al espejo y gasta una fortuna en cosméticos, pero lo que quiere que tú veas son los resultados, no la estrategia. En ocasiones, tendrás la sensación de que eres tú quien mantiene a toda la familia de su peluquero. Cariño, ¿realmente tienes que gastar tanto en el salón de belleza? suele ser el lamento de mas de un hombre casado con una Leo, pero es que realmente a muy pocas de ellas les gusta arreglarse solas el pelo. Con un champú y un marcado se sienten mimadas, y ya sabes lo que es sentirse mimado para Leo.

A menos que tenga ascendente en Cáncer, Virgo o Capricornio, es posible que tengas que vigilar sus créditos. Es fácil que a Leo se le vaya la mano cuando se trata de renovar el plumaje o de comprar artículos para el hogar o regalos para los amigos. Su guardarropa puede ser muy abundante, y aunque su aspecto sea brillante con vestidos de noche, relucientes de lentejuelas y piedras de fantasía, o con elegantes túnicas escotadas, es probable que si es una chica típica de su signo prefiera la vestimenta informal y deportiva. Le gustan las telas suntuosas y el corte perfecto, pero no necesariamente los volados y encajes. Entre sus favoritos están las sedas naturales, los buenos tejidos italianos y los tweeds ingleses, importados. Por lo general tiene un gusto excelente, aunque un poco caro. A veces te encontrarás con una Leo que se pasa de la raya y cuya intuición del estilo se pierde entre ropas llamativas y chillonas, pero es una excepción a la norma del gusto tradicionalmente exquisito de las mujeres Leo para la moda.

Cuando invites al jefe a cenar a tu casa comprobarás que es una estupenda anfitriona, y quedarás como un genio ante él, por haber sabido conquistarla. También es probable que deje fascinada a la mujer de tu jefe, porque las chicas leoninas saben ganarse igualmente a hombres y mujeres, con su sonrisa amistosa y su personalidad abierta. Cualquiera que acierte a estar cerca de ella recibirá el calor de su sol; Leo rara vez hace sombra.

Como madre, derramará generosamente amor y afecto sobre sus hijos. Aunque no le resultará fácil ver los fallos de los niños, cuando los vea será estricta. Como no puede soportar que la ignoren, Si los niños no la respetan se encerrará, ofendida, en un regio silencio. Muchas madres Leo tienen una peculiar manera de malcriar a los niños sin dejar de imponer disciplina, por contradictorio que pueda parecer. Es capaz de jugar y retozar con los cachorros, de tener con ellos largas charlas de camarada, pero también les exigirá que se pongan en posición de firmes como soldados, les enseñará modales y les hará obedecer a los mayores. Al mismo tiempo, existe el peligro de que les dé demasiado dinero para sus gastos y de que no se resista a sus peticiones, aunque sean extravagantes. En cierto modo, es como si diera a su progenie el trato de miembros privilegiados de una familia real, amándolos sinceramente pero sin dejar de esperar que se comporten como es debido, especialmente en público. Estará orgullosísima de sus logros, y guarde el cielo al extraño que intente dañarlos o los juzgue injustamente. Pese a todo esto, no abrumara a los pequeños; ella es demasiado independiente para estar continuamente encima de ellos, y vivirá su propia vida, sin dejar de vigilar desde cierta distancia a los cachorros. Muchas madres Leo trabajan fuera de casa, pero es raro que los niños sufran de falta de atención. Cuando son mujeres de carrera, las nativas de este signo se las arreglan para equilibrar perfectamente la maternidad y el trabajo.

En ocasiones puede perder su dignidad y calma para convertirse en una gata juguetona, capaz de retozar y hasta de hacer alardes de bufonería. Puede rugir de risa, con alegría animal, pero pasado el momento retornarán la voz satinada y la regia prestancia. No hay quien pueda devolver una observación impertinente o una pregunta grosera con el frío desprecio de las mujeres Leo, a quienes disgusta toda familiaridad con extraños. Aunque puedan mostrar su humor y manifestarse sorprendentemente informales en la intimidad, de los extraños esperan siempre que mantengan su lugar.

En cuanto a la fidelidad, la mujer Leo puede hacerte pensar en un viejo brindis ingles: Este por mi, y éste por ti, y éste por el amor y la alegría. Te seré fiel mientras lo seas tú; después, ni un solo día. ¿Hace falta decir más? No sientas celos ante su don de convertirse en el centro de la atención en un salón lleno de hombres admirativos. Las cabezas siempre giran al contemplar el paso grácil de la Leona, y ella considera ese homenaje de los hombres como la cosa más natural. Es posible que incluso busque sus atenciones y se complazca en algún leve e inocente flirteo, porque su profunda necesidad de adulación y de aplauso encubre un extraño temor de no ser lo bastante femenina, y tiene que asegurarse constantemente de que la consideran deseable. Eso no significa que no siga enamorada de ti, aunque le dedique una sonrisa a tu mejor amigo y le diga que su nueva chaqueta deportiva es una maravilla. En cambio, no pruebes tú a decirle a la mejor amiga de ella que te encanta la nueva falda que lleva. Eso es muy distinto.

Si oye que te diriges a tu secretaria de manera más cordial e íntima que señorita Fulana, es posible que tu gatita deje de ronronear y te produzca un rasguño.

Ya se que no es justo. Pero si quieres ser el orgulloso poseedor de ese suntuoso y elegante plumaje, tendrás que hacer algunas concesiones. Después de todo, ser dueño de un pavo real no tiene nada que ver con poseer un cuclillo o una paloma arrulladora. Halágala en su vanidad. Es probable que ella sea importante por derecho propio, porque son pocas las mujeres Leo que pueden resistirse a competir con los hombres en cuestiones de prestigio, cuando no de dinero. Tu Leona puede ser cualquier cosa, desde actriz a cirujano.

Una de mis mejores amigas -y una de mis favoritas de este signo- es una conocida psiquiatra neoyorquina. Admito que es una profesión que le permite dar sermones y consejos (el pasatiempo favorito de Leo), pero lo hace con una sonrisa tan cálida, con tal brillo en los ojos y una simpatía tan profunda, que sus pacientes se sienten mejor por el solo hecho de estar en la misma habitación que ella. Su marido le brinda todo el respeto y la adoración que ella considera su regio derecho, pero también él tiene una profesión que lo pone a su altura: es un gran escritor y poeta, talentos que siempre impresionan el sentimentalismo de Leo. En escena, comparten igualmente el cartel ante las candilejas, pero entre bambalinas, el hombre y el que manda es él. La fórmula es perfecta para domesticar a la Leona.

Y esa es la clave para una relación sin problemas con Leo.

No dejes que ella ahogue tu personalidad pero no intentes tampoco pasar por encima de ella. Pon una estrella grande y brillante en la puerta de su camerino, y tonifica tu propio yo.

Bien sabes lo que vales, ¿no? por haberte ganado la mano de la orgullosa Leona. Entre nosotros, ¿cómo lo conseguiste? Tweedledum y Tweedledee se enfrentaron en un torneo, porque Tweedledum dijo que Tweedledee le había estropeado su sonajero.

El niño Leo

¿Te acuerdas de aquel juego que solías jugar de niño, que se llamaba sigamos al líder? ¿Recuerdas a aquel pequeño que se enfurruñaba cada vez que no conseguía ser el líder? Si era el mismo chico que te prestaba dinero para comprar golosinas cuando tú ya te habías gastado el tuyo, entonces es seguro que había un Leo en tu pandilla de barrio.

El típico cachorro de León es alegre, risueño y juguetón cuando se sale con la suya. Cuando no, no se sabe de donde aparecen nubes de tormenta, acompañadas de un rugir de truenos o de un ofendido y caviloso retraimiento. Aunque parezca que se concede demasiada importancia, no hay que poner continuamente en su lugar a un niño Leo. Si se reprime su entusiasmo y su alta opinión de si mismo se corre el riesgo de dejarle profundas cicatrices que durante años oscurecerán el brillo de su Sol. Los chiquillos y las niñas de este signo tienen la costumbre de ser mandones con los demás niños, cosa que a menudo molesta a las madres de otros niños mas inhibidos; pero es necesario imponerles suavemente las restricciones necesarias, sin reñirles jamás con aspereza en presencia de sus compañeros de juego. El gran orgullo de Leo reacciona con violencia ante un ataque a su vanidad, y muy especialmente si se produce en público.

Es bueno estimular la natural capacidad de liderazgo de los niños Leo, pero es menester enseñarles que cada uno debe tener su turno, y que eso es lo justo, aunque ellos sean mas fuertes que los demás.

El sentido leonino de la justicia hará, por lo general, que los niños entiendan lo que se intenta explicarles. Leo no es agresivo por maldad; simplemente, tiene una tendencia innata a encabezar el desfile. Son niños con gran necesidad de exhibirse, y si cuando son pequeños no se controla esta necesidad, es muy difícil dominarla después. El pequeño León es el que orgullosamente se pone cabeza abajo en el patio de la escuela o camina por lo alto de una cerca para fascinar a las chicas. Los padres prudentes empiezan desde muy pronto a hacer que el niño Leo se de cuenta de que, en realidad, ese tipo de exhibicionismo no tiene dignidad alguna. Este sistema da resultados, normalmente, de manera casi mágica, ya que los niños regidos por el Sol tienen un innato sentido de la dignidad.

Lo notareis incluso en los más pequeñines: una especie de porte regio que produce la impresión de que el bebé fuera el monarca de todo lo que le rodea. La expresión "Su majestad el bebé" debe haber sido acuñada para describir a un pequeño Leo. Los cachorritos empezaran desde bien temprano a reinar sobre todo el gallinero, y con muy poco esfuerzo darán vuelta y media a papa, mamá y todo el resto de la familia. Es algo extrañísimo, pero un Leoncito sentado en su trono -en su sillita alta, quiero decir-, embadurnado de zumo de ciruelas y yema de huevo, y con urgente necesidad de que le cambien los pañales, todavía se las arreglará para mantener su dignidad intacta. Para un bebé Leo es natural que sus embobados padres y amigos embelesados le rindan homenaje, mientras él acepta graciosamente sus atenciones, presentes y tributos. Le resulta muy fácil dejarse adorar. Observa la presunción satisfecha en su carita cuando algún extraño se detiene a hacerle mohines.

Tu hijo Leo será más inquieto que la mayoría de los niños, correrá más riesgos y será mas activo. También tendrá sus ataques periódicos de leonina haraganería, durante los cuales estará tirado por la casa demasiado cansado para mover un dedo, como no sea para ordenarte que le atiendas. Déjalo solo y hazle entender que nadie es su sirviente. Si quiere algo, puede buscárselo él solo, cuando recupere sus energías. Si no actúas así malcriarás al pequeño Leo y harás de él un pequeño tirano. Claro que de vez en cuando no le hará mal que le alcances un libro, le sirvas un vaso de leche con cacao o le hagas amistosamente cualquier pequeño favor. Pero con esta mínima sumisión a los caprichos del León es bastante, a menos que tengas la intención de convertirte en camarera o escudero de su principesca persona. Si se les enseña a respetar los derechos de los demás de la misma manera que se respetan los suyos, los niños Leo pueden ser encantadores para convivir con ellos. Son juguetones y afectuosos como esos adorables cachorritos que se ven en el zoo y, como ellos, necesitan una disciplina estricta y cariñosa. Los domadores de leones saben usar tanto el látigo como la caricia. Cualquiera de los dos, por si solo, seria ineficaz y peligroso.

Hay dos tipos de niños (y niñas) Leo. El primer tipo lo forman los extrovertidos, alegres, divertidos, bien dispuestos, cálidos y generosos, aunque a veces un poco agresivos. Los otros Leones un poco vergonzosos exteriormente pueden haber sufrido un grave golpe en su vanidad, ya sea porque los padres son demasiado dominantes o porque prestan excesiva atención a sus hermanos y hermanas. Secretamente, son niños que necesitan poder y aplauso, tanto como los demás. El peligro de tales situaciones, si se prolongan, es que el niño Leo llegue a obtener la atención que necesita mas tarde en su vida, forzando situaciones en mal momento y con la gente mas inadecuada, o bien que se retraiga en una dolorosa timidez y una frustración destructiva. La antinatural frustración de su ego durante largos periodos puede resultarles muy enfermiza.

De pequeños, a los varones Leo les gustará jugar a los soldados y disfrutarán de los juegos que representan un desafío y contienen un fuerte elemento de azar. La niñita Leo será toda una dama, aunque de gran voluntad; le gustarán los vestidos bonitos, que le digan que es guapa, y probablemente, también que le confíen responsabilidades en la casa. A veces, alguna niña Leo puede mostrar tendencia a juegos de varones, pero su vanidad hace que supere esa etapa. No esperes que estos niños acepten con gusto barrer o sacar la basura. Estas tareas serviles les sublevan, de modo que confíales obligaciones mas dignas e importantes, que les den sensación de autoridad.

Los maestros pueden esperar cierta ayuda de los niños Leo.

Les encanta explicar cosas a los demás, y nada les gusta mas que sustituir al maestro cuando éste tiene que salir del aula: así ocupan el centro de la escena. Normalmente, el niño Leo que queda a cargo de su clase se ocupará alegremente de la disciplina, pero alguna vez su espíritu juguetón pasará a primer plano, y es posible que al regresar, el maestro encuentre que la clase se ha convertido en un circo de tres pistas. Son niños que pueden aprender muy deprisa, cuando quieren. Son inteligentes, y con frecuencia muy gratificantes para el maestro que tiene paciencia con ellos, pero tienen tendencia a mostrarse un poco ociosos en el aprendizaje. Prefieren confiar en su personalidad alegre y congraciarse con su encanto.

Son capaces de deslumbrar a los maestros con sus sonrisas soleadas y sus zalamerías, y no es raro que los cachorros de León obtengan mejores notas que las que se merecen. Es posible que haya que obligarles a formarse buenos hábitos de estudio, aunque, pensándolo bien, con estos niños lo de obligar es una perdida de tiempo. La manera más fácil de conseguir que un estudiante Leo obtenga buenas notas es apelar a su vanidad, hacer que quiera ser superior a los otros. Generalmente, es el recurso más eficaz. Cuando se porte bien, dale palmadas en el hombro para asegurárselo, pero no te límites a una sola palmadita.

Por más homenajes que se le rindan, Leo siempre está ávido de mas. Estos chicos necesitarán, probablemente, más dinero para sus gastos que otros niños más austeros. Es posible que tu hijo Leo regale las monedas que le sobren, pero no saldrá perdiendo tampoco. Es una buena idea enseñarle la regla que aprendían los hijos de Rockefeller en cuestión de finanzas: Algo para dar, algo para gastar, algo para ahorrar. Lo último, especialmente.

A medida que crezcan, los jóvenes regidos por el Sol se darán cuenta de la existencia del sexo opuesto mucho antes que los nacidos bajo otros signos solares. Prepárate para una adolescencia turbulenta, porque tu hijo Leo tendrá cien altibajos emocionales por día. Tanto sus amistades como sus romances serán tremendamente dramáticos, plenos de momentos de éxtasis y de corazones destrozados. A todos los chicos de este signo les encantan las fiestas. Dale la suficiente libertad, porque si no, él se la tomará. Imponiéndole órdenes rígidas destruirás su orgullo y su dignidad. Si estimulas su valor y halagas el yo de un joven Leo, diciéndole con sinceridad que le consideras capaz de serlo, te mostrará orgullosamente lo fuerte que es.

Nunca es tarea fácil criar a un niño nacido en agosto. Habrá momentos en que sientas que jamás podrás domar a tu leoncillo enjaulado. Pero es posible lograrlo, si recuerdas que necesita una disciplina suave y constante, y que el amor y el afecto son las llaves mágicas para abrir su corazón de oro. No son los Leones que se sintieron adorados cuando niños los que se convierten en adultos desdichados, sino los cachorritos que crecieron en el descuido y la privación emocional. Recuerda que, aunque finja ser muy fiero, el temor secreto de Leo es no serlo lo bastante.

Abrázale con fuerza todas las noches, y ámale con todo tu corazón.

El jefe Leo

..Ahora no me interrumpas,
que voy a decirte todos tus defectos...

Al principio le intrigó muchísimo,
pero después de observar un par de minutos
se dio cuenta de que era una sonrisa.

¿Así que tienes un jefe Leo y ya hace más de un año que trabajas con él? ¿De veras? Pues debes de ser muy buen oyente.

Probablemente, tu jefe Leo tendrá la sensación de que los impuestos, las disposiciones gubernamentales y las normas sindicales son todos fruto de una conspiración personal en contra de él, pero que él podría deshacerse fácilmente de todo eso. La mayoría de los Leones son excelentes organizadores, y absolutamente geniales cuando se trata de delegar autoridad. Su manera de resolver estas situaciones enojosas consiste en dirigirse a ti y dictarte, con grandes floreos, algunas frases sonoras sobre el problema en general, para después, con un regio gesto de la mano y una sonrisa radiante, decirte vagamente que te bases en eso.

Además, es probable que añada que le gustaría tener lo antes posible sobre su escritorio el informe terminado. No corre mucha prisa, pero lo necesito para mañana antes de mediodía te dirá. A Leo no le gustan los detalles. Prefiere pintar el cuadro en grandes pinceladas, y dejar que de las minucias, tales como cifras y estadísticas, te ocupes tú.

El ejemplo clásico de jefe Leo es uno que yo conozco, que llamo a su secretaria para dictarle la respuesta que había preparado para un cliente muy importante. Decidió ya lo que quiere decirle?, preguntó inocentemente la chica, con su cuaderno de taquigrafía abierto y el lápiz bien afilado. Si, claro -sonrió su jefe-. Dile que quizá ¿Entendido? Quizá. De los detalles ocúpate tú. Tras impartirle tan luminosas instrucciones, se fue alegremente a agasajar a un grupo de personas en un restaurante de categoría, siguió con un partidito de golf y volvió a la oficina alrededor de las cinco de la tarde, preguntando si la carta estaba lista. Lo estaba. (La secretaria era Virgo.) Después de leerla con solemne aprobación, Leo tomó el teléfono y le comentó la carta a un colega. A través de la puerta del despacho, sus palabras llegaron a oídos de la sufrida secretaria. ¿Que te parece? -decía su jefe al interlocutor-. Creo que he hecho un excelente resumen de la situación y he dejado bien en claro cual es nuestra posición, ¿no crees? Claro que yo siempre he tenido facilidad de expresión. Mi mujer siempre me dice que yo tenía que haber sido escritor, concluía modestamente.

Tal vez éste sea un caso extremo, pero si tienes un jefe Leo típico, encontrarás siempre en el aire ecos de actitudes similares. Si le ofreces ideas originales, estará encantado contigo. A los ejecutivos de agosto les encantan los empleados que hacen aportaciones creativas a la empresa. Pero prepárate para verle sonreír como el gato de Cheshire al día siguiente, mientras organiza el plan que tu le dijiste la noche anterior, encabezándolo con este increíble comentario: Es una de las mejores ideas que he tenido jamás. Y cree sinceramente que a él se le ocurrió primero. En serio. Claro que tú acicateaste su imaginación, y por eso te considera tan valioso. Pero la idea fue de él, no lo olvides.

De vez en cuando, tu jefe Leo puede parecerte un tanto desagradecido. Es probable que arroje sobre tu escritorio una enorme pila de cartas, porque a él le aburre leerlas, o le fastidia. Y a la mañana siguiente, cuando tú estés con los ojos hinchados por haberte quedado hasta medianoche para terminar con aquel trabajo extra, sacudirá con aire de desaprobación la leonina melena y, mascullando una crítica sobre el desorden de tu escritorio, se meterá en su suntuosa guarida. Porque, eso si, es casi seguro que su despacho privado estará puesto por todo lo alto: con luz indirecta, música, flores, sofá con almohadones de plumas y escritorio de madera de guindo. Aun cuando su presupuesto sea reducido, será raro que encuentres a Leo rodeado de un mobiliario hecho de cajones de fruta mirando por una ventana sin cortinas. Cubrirá, además, las paredes con excelentes reproducciones de obras famosas, o con fotos en las que el mismo aparece en compañía de importantes personalidades. Cualquier diploma o certificado que tenga, pulcramente enmarcado, estará colgado en un lugar bien visible.

Otro jefe Leo que conozco tenía una empleada que trabajo horas extras todas las noches, y todo el día los sábados y los domingos, durante los tres meses que dedicaron a una promoción especial. También colaboró moviendo pesados archivadores, empaquetando enormes cajas de mercancías y cambiando cada dos días las botellas de agua de la nevera. Además, se dejó un hueco para hacer las compras de Navidad a su jefe y limpiarle el escritorio una vez por semana. Una hermosa mañana de sol lo oyó cantar sus alabanzas de ella al presidente de la empresa. Hester es realmente una alhaja. No se que haría yo sin ella. Es fantástica esa chica, aunque un poco haragana. Claro que no se puede encontrar todo en una sola persona.

¿Piensas que Hester se despidió sin más trámites? Pues yo diría que no. ¿Por que iba a molestarse por semejante tontería? Hester es una chica despierta, y sabe que los esfuerzos de cualquiera parecen insuficientes si se los compara con la fabulosa vitalidad de su jefe (entre una y otra siestecita de las que se echa todos los días en el diván tapizado en terciopelo de su despacho privado). ¿Por que renunciar a un jefe que nunca deja de admirar su vestido nuevo? No es fácil presentarle la renuncia a un hombre que para su cumpleaños le regaló un brazalete de topacios, un juego de cristal de Waterford para su ajuar, y que entendió tan bien que el color de su máquina de escribir la pusiera nerviosa. Si él mismo se la pintó de amarillo brillante, aunque claro que tuvo poco cuidado y dejó caer un poco de pintura sobre las teclas. Hester se pasó semanas con los dedos pintados de amarillo, pero no le importaba porque era una delicia lavarse las manos diez veces al día con el jabón perfumado que hace poner el jefe en los lavabos.

Su jefe Leo ayudó al padre de Hester a conseguir otro trabajo, le pagó los gastos del hospital a la madre, y accedió generosamente a dar trabajo a su prima en el departamento de correspondencia. Además, ella está orgullosa de la reputación profesional de su jefe. El año pasado le concedieron dos premios; le está dictando a ella un libro sobre su vida; en Esquire apareció como uno de los hombres mejor vestidos; está enamoradísimo de su esposa, adora a sus hijos y ha conseguido elevar en forma astronómica los beneficios de la empresa, a pesar de los riesgos disparatados que ha corrido un par de veces.

Es raro que se fije si ella se demora un poco más a la hora de almorzar. La semana pasada, le consiguió un apartamento mas grande y de alquiler mas bajo, sin contar con que riñó al novio de Hester porque no la trataba bien. ¿Despedirse? ¿Cómo se le podía ocurrir despedirse?

Si tú, lector, eres un hombre que trabaja para un ejecutivo Leo, tendrás algunos problemas especiales. Muéstrate original, audaz, creativo y trabajador, pero recuerda que él es siempre mas original, audaz, creativo y trabajador que tú... en su opinión, por lo menos. Di que sí a la mayor parte de sus ideas geniales (y en una semana puede tener muchísimas). Y si tienes que decir no, empieza con una montaña de halagos y termina con otra. En un tipo de sándwich como ese, puede aceptar un no, pero ándate con tacto y mira donde pisas.

Entre los ejecutivos Leo, hasta los más modestos y menos ostentosos tienen abundantes encantos y les encanta difundir luz en torno de ellos. Cuando tu jefe leonino haya obtenido hasta la última gota de reconocimiento que se merece, mas una dosis extra de respeto por si acaso, te enorgullecerá a ti elogiándote un trabajo bien hecho. Leo nunca es avaro en el elogio, pero tampoco se lo piensa dos veces cuando tiene que expresar desaprobación. Es posible que el León muestre muy poca discreción al señalar tus errores. Un empleado de naturaleza muy sensible se encontrará mas cómodo trabajando en otra parte, y lo mismo sucederá con quien, como el propio Leo, tenga un ego de tamaño extra. Hay algo más que simples vestigios de arrogancia en el carácter de tu jefe, pero es probable que se vean atemperados por un cordial optimismo. Bajo su mando, las cosas marcharán sin problemas, como ronroneando. Nacido para mandar, Leo tiene un talento envidiable para asignar a cada cual la tarea adecuada, y ocuparse de que todos la terminen a tiempo.

Las intrigas oficinescas provocaran su enojo. Leo simplemente no puede aguantar que se tengan secretos con el; tiene que saber todo lo que sucede. No te sientas molesto si tu jefe Leo se entromete un poco en tus asuntos privados o te da una conferencia sobre la forma en que tendrías que organizar tu vida personal. Actuar así supone, en realidad, un sello de su regia aprobación. Significa que le gustas tanto que quiere protegerte, ofreciéndote los beneficios de su prudencia y sabiduría.

Un jefe Leo puede ser un ser muy extraño. Es capaz de mostrar una cólera terrible, y de enfurruñarse durante horas a puertas cerradas, si considera que ha sido insultado, pero, a pesar de si mismo, se derrite ante el halago. Son gente que viste bien, come bien y duerme bien. Son comprensivos y generosos con los errores y, si obtienen el respeto que exigen, son capaces de la noche a la mañana de convertir en victoria un fracaso, con una extraordinaria fuerza de carácter. El León obtiene una tremenda satisfacción interior al dar órdenes, y sermonear es una actividad a la que tiene muy especial afición.

Tal vez te haya tocado uno de esos jefes Leo que ocultan su pasión por los reflectores y las candilejas bajo un comportamiento tranquilo, pero la dignidad, el orgullo y la vanidad típicos de su signo solar integran básicamente su naturaleza, lo mismo que la de los tipos mas teatrales. ¿Tienes alguna duda? Prueba a dar el más leve pinchazo a su yo, pero después, ponte fuera de su alcance.

Una vez tuve un jefe Leo, de la versión tranquila de los gatitos, que solía organizar una reunión especial de todo el personal en su despacho, los martes por la mañana. La razón ostensible era mejorar las relaciones laborales, pero el motivo real subyacente en esas sesiones semanales era que constituían la gran oportunidad del tímido Leo para exponer sus ideas ante un auditorio atento. Alma de Dios, si era su momento brillante.

Cuando se le trata bien, nadie puede ser tan encantador como el León. ¿Que importa que busque admiración en grandes dosis para alimentar su vanidad insaciable? La mayoría de las veces se merece realmente que lo admiren. Está bien, es cierto que de vez en cuando se apropia de tus ideas y te niega el debido reconocimiento, y es posible que te hartes de escuchar sus consejos condescendientes, y de decirle lo genial que es. Pero no encontrarás otro jefe que te deje tener el cochecito del bebé junto al escritorio porque te has quedado sin niñera.

Claro que tú habrías preferido tener el día libre y ocuparte del niño en casa, pero tu jefe te necesitaba en la oficina. ¿Y acaso no es él el padrino del bebé?

El empleado Leo

Brillaba el sol sobre la mar,
con toda su fuerza brillaba:
se esforzaba por lograr
que las olas relucieran...
Cosa rara, porque era
justamente medianoche.

Si su empleado es un Leo típico, le será a usted casi imposible ignorarle. Si es uno de los tranquilos, no seria prudente ignorarlo. Los Leones de tipo agresivo le obligan a uno a reconocer su talento y apreciar su valor diciéndoles, simplemente, cuan maravillosos son. Los del tipo tímido gatito se enfurruñan hasta conseguir el mismo resultado. Tanto da: no ignore usted a sus empleados Leo.

Ya sea dado a rugir en medio del escenario o a pasarse el tiempo entre bastidores, el León es orgulloso y digno. Conoce su superioridad y no quiere que nadie deje de reconocerla. Leo no es de los que esconden su luz bajo un almud. Si no se rinde tributo a su vanidad, ambos tipos de Leones se irán a honrar con su presencia otras praderas, no pueden aguantar que les subestimen.

A todos los Leo les encantan los títulos, y cuanto mas largos y sonoros, mejor. Si ofrece usted al León un sustancial aumento, pero al compañero del escritorio de al lado le da el titulo de Jefe de Coordinación del Departamento, Leo no se sentirá muy agradecido por el dinero extra que reciba en su sobre: estará demasiado ocupado cavilando sobre el aumento de rango que le ha concedido a su compañero, que naturalmente no puede merecerse tanto como él un ascenso semejante.

No es perversidad lo que le lleva a insistir en sus derechos; es simplemente que ha nacido para ser amo de todo lo que le rodea. La condición de líder es algo inherente a su naturaleza, imposible de desarraigar completamente. Leo está perfectamente preparado para tomar cosas a su cargo. Cuando no puede asumir algún tipo de obligación, no solo se siente inútil y desvalido, sino también indeseado. Si no encuentra otra manera de reforzar su sentimiento de importancia, lo alimentara ofreciendo consejos gratuitos a la familia y los amigos, sin dejar por eso de lado a los extraños: cuando se trata de esparcir perlas de sabiduría, Leo es imparcial. Le dirá a usted cuanto tiene que pagar para hacer construir una habitación sobre el garaje, dará consejos a su secretaria que tiene problemas con el presupuesto para la comida, informará a la mujer que viene a hacer la limpieza que ungüento debe ponerse en el dedo gordo que le duele y le explicará al cartero como puede realizar con mas eficiencia su tarea. Cuanto menos importante sea en su trabajo, tanto mas en serio se tomará sus funciones de asesor.

Conozco a un hombre Leo (de los tranquilos) que trabaja para una gran empresa. Durante años, su familia tuvo la vaga impresión de que era el gerente de ventas del distrito. En verdad, era un simple vendedor, al mismo tiempo que supervisor de ruta, y uno de los hombres más importantes de la empresa.

Como no podía llegar a gerente de ventas mientras no se hubiera jubilado quien merecidamente ocupaba el cargo, Leo se tragaba su orgullo herido y satisfacía su vanidad dejando suponer a su familia que desempeñaba el cargo de gerente.

Su enorme sentido de la responsabilidad se puso de manifiesto en la lealtad y consagración que demostró durante años. Se pasó un cuarto de siglo suministrando a la empresa excelentes ideas publicitarias, que se traducían en beneficios siempre crecientes. Al mismo tiempo, supervisaba con toda competencia las rutas de los camiones de reparto, a todas horas y sin importar las condiciones climatológicas, en espera del merecido reconocimiento, pero su ascenso estaba siempre un paso mas allá. Cuando finalmente el gerente de ventas se jubiló, la vacante fue para un hombre más joven que vino de Nueva York. Ese mismo día Leo se despidió. Como tenía importantes influencias de Capricornio en su carta natal, la situación se le hizo mas fácil de soportar de lo que habría sido para un nativo típico del signo, pero de todas maneras es un hombre que llevará durante toda su vida la profunda cicatriz de la herida que sufrió su orgullo. En este mundo no hay nada más triste como el espectáculo del León privado del respeto que busca desesperadamente, y que honradamente se ha ganado.

Vale más que tenga usted en cuenta que el sentimiento leonino de responsabilidad, que tan impresionante puede ser, no suele consolidarse hasta la madurez. En su juventud, el León es el playboy clásico, que retoza alegremente a lo largo de días y noches de vino, mujeres y canto, luciendo las vestimentas mas extravagantes del grupo, haciendo que todo el mundo se ría de sus payasadas y rugiendo cuando alguien le pisa la magnifica cola.

Por lo común, es prudente asignar a los jóvenes Leo tareas de promoción y ventas. Son exhibicionistas por naturaleza, y con su disposición cálida y alegre sabrán mantener conformes a los clientes. Después, a medida que maduran, es posible ir ascendiendo gradualmente a los grandes felinos a puestos más elevados donde sabrán estar a la altura de cualquier responsabilidad que se les confíe. Hay que ser un jefe despierto para saber en que momento el León abandona el papel de principesco playboy para asumir el de rey, justo y digno.

Hay un rasgo extraño en las personas Leo, de ambos sexos. Por debajo de su mascara de bravura, temen en secreto no estar en posesión de un auténtico valor. Son capaces de conducirse con el orgullo más exasperante y la más ofensiva vanidad, de exhibir un egocentrismo insufrible, de caer en periodos de ejemplar haraganería. De pronto sobreviene una crisis o una emergencia, que puede ser en el trabajo o en su vida privada y, para sorpresa de todo el mundo, el León o Leona demuestra ser el más equilibrado. Solo bajo el influjo de grandes presiones, abrumado por las cargas más pesadas que pueda imponerle la vida, brilla en todo su esplendor la fuerza interior innata de este signo solar.

La niñez cómoda y regalada de Jacqueline Kennedy no permitió a nadie prever el increíble valor que demostró cuando le ocurrió la tragedia inenarrable. El mismo Leo conocido por su reputación de playboy sorprenderá a sus amigos al mantener, valientemente y con buen ánimo, a su mujer inválida y a dos tías ancianas, tras haber vivido una juventud irresponsable y descuidada. Los que nacen bajo el signo del León y están regidos por el Sol no pueden sospechar el tremendo poder que poseen hasta que no se ven puestos a prueba. Hasta el momento, recuérdalo, solamente se hacen los fuertes. El feroz rugido del León oculta un complejo de inferioridad totalmente injustificado.

Si Leo no puede estar en situación de jefe, necesita tener un puesto donde de alguna manera pueda mostrar al mundo sus talentos y capacidades. Tras haber cambiado de trabajo una docena de veces porque no llegó a ser vicepresidente (por lo menos), el Leo típico terminará generalmente por orientarse hacia una profesión donde pueda ser su propio jefe. Leo, cuando se ve privado de desempeñar un papel de directivo o ejecutivo, donde mejor se encuentra es en las actividades de maestro, vendedor, medico, abogado, gerente, asesor, locutor, anunciador, actor o actriz, escritor e incluso fontanero y guía de turismo.
El León busca una ocupación que de alguna manera le permita comunicar a otros su conocimiento superior, o erigirse ante las brillantes luces de la publicidad. Donde más destaca es en el campo de la política y de las relaciones públicas.

Tenga usted presente que el empleado Leo llegará, en un tiempo razonable, a un cargo ejecutivo del mismo nivel que el suyo o, en caso contrario, se ira. No se satisfará con trabajar entre bastidores; los aplausos que el necesita están fuera. Pero para usted será una suerte contar con el León, por corto que sea el tiempo que permanezca en la empresa. Para mostrarle que maravilla de persona es, trabajara con más empeño que nadie, y las constantes muestras de reconocimiento le estimularán hasta el punto de llevarle a exhibir una vitalidad increíble, que supera en mucho los límites de una resistencia normal. Regatear los elogios a su empleado Leo le privará a usted por lo menos del cincuenta por ciento de su valor potencial.

Cuide también de regar con regularidad la vanidad de su empleada leonina. De vez en cuando llévele una rosa para que se la ponga en el pelo, y desentiéndase de los comentarios de los murmuradores, que usted no puede darse el lujo de perder a esa chica. Los murmuradores no tienen sus virtudes ni su capacidad. Dígale con frecuencia lo encantadora que está y lo despierta que es, y de vez en cuando tenga la atención de regalarle entradas para un concierto o una función de gala. Siempre dos entradas, claro, porque una muchacha Leo siempre, en todas las estaciones, está casada o enamorada o tiene un amigo muy especial.

En cuanto al León, invítelo con frecuencia a almorzar a un restaurante caro, donde haya gente importante que pueda verle con el gran hombre. Siempre que pueda, deje que sean sus empleados Leo, hombres o mujeres, los encargados de formar al personal nuevo. No les molestará tener trabajo extra, estarán orgullosos de la responsabilidad, y les encantará decir a los otros que es lo que tienen que hacer y como hacerlo.

Hábilmente aplicada, un poco de psicología astrológica puede convertir al orgulloso y quisquilloso Leo en un extraordinario crédito para la empresa. Con su gracia y entusiasmo, será un ornamento para la oficina. Póngalos en un marco de luces brillantes, cortinajes y alfombras de color amarillo o naranja, y compre para ellos los escritorios y las máquinas de escribir más caros que pueda permitirse. Nada deprime mas el espíritu de Leo que la necesidad de trabajar con un equipo estropeado y viejo, salvo tener que hacerlo con gente pesimista y sin imaginación.

Son empleados que necesitarán emolumentos generosos y algún tiempo extra para almorzar. Para Leo, la comida es una ocasión social y una oportunidad para practicar el arte de la promoción. Con que le dé el esqueleto de una idea para empezar, sabrá organizar una espectacular campaña que podrá atraerle a usted un montón de clientes nuevos. Pero recuerde que no puede esperar que funcione al máximo de revoluciones si tiene que estar pendiente del reloj y limitado por el dinero. Por muy rápido que pueda ser con las cifras, es raro que aprenda el truco cuando se trata de contar monedas.

Y en cuanto al reloj, es algo que le produce calambres. El León es fácil de domar, cuando se sabe como hacerlo. Afloje levemente las normas y deje la reja entreabierta. No son empleados a los que se pueda tener encerrados, porque dejarán pasar hoscamente el tiempo sin poner en juego su brillante capacidad.
Es una buena idea tomar un empleado Leo; agregará un toque de emoción a la oficina, además de ser capaz de llevar cargas gigantescas sin quejarse. Necesita una dieta rica en halagos, autoridad, ascensos, títulos y libertad, que no constituye un precio demasiado alto por su inteligencia, lealtad, fidelidad, buenas ideas y sentido de la responsabilidad. Después de todo, ¿cuantos jefes tienen entre su personal a un miembro de la realeza? Déles su alimento preferido a sus gatos y gatitos, y verá como ellos son sus mejores propagandistas, tan orgullosos de su empresa como si ellos mismos fueran los dueños. El corazón del León es tan grande como su ego.